Jueves 2 de May de 2013
Para el martiliero Efrain Cirigliano, el párate en el mercado inmobiliario rural está vinculado tanto con las trabas a la compra y venta de dólares como con la situación que atraviesa la comercialización de las cosechas
Para el martiliero Efrain Cirigliano, el párate en el mercado inmobiliario rural está vinculado tanto con las trabas a la compra y venta de dólares como con la situación que atraviesa la comercialización de las cosechas.
El estado de cosas ha puesto en stand by la actividad, aunque algunas operaciones se realizan, aclaraHace dos o tres años las operaciones eran mucho más grandes y más seguidas en las ventas de campos.
Ahora están paradas. No digo que no se hagan operaciones, alguna que otra se hace, pero es distinto, dice Cirigliano en referencia a la compra y venta de parcelas de campo.
Tiene que ver con el tema del dólar y el valor que tomó la tierra. Está como estacionado todo, al igual que toda la parte inmobiliaria. Lo que pasa es que siempre algo se va haciendo. De esto vivimos, explica.
Cirigliano agrega otra causa a la situación: No es solamente el tema del dólar. Está todo medio trabado porque se levantó la cosecha y buena parte de ella sigue acopiada. Se va vendiendo algo. El motor nuestro es la industria, el campo, si eso no se mueve al 100 por ciento, las ventas inmobiliarias van a ser menores.
Si hacemos la comparación con dos o tres años atrás, el mercado inmobiliario está en stand by.
El valor de la tierra
Cirigliano hace incapié en las tasaciones de las tierras agropecuarias.
Varían mucho los valores de las tierras. Está la tierra buena, negra, alta, de buenos rindes.
Esto último es muy fácil de averiguar porque uno va a un lugar donde se acopian cereales y pregunta qué rinde va tirando por cosecha.
La tierra habla a través de los rindes. Varía en que hay tierras que son muy bajas, que tienen menos rindes. Hay zonas que son totalmente diferentes, como la de Rojas y la que está por la Escuela 18, dice.
En cuanto a los valores por hectárea, se pueden encontrar de 7.000 a 8.000 dólares, a 12.000, 15.000 y 20.000 dólares. Hablo de dólares para dar algo actualizado, pero la realidad es que de dólares ya no podemos hablar más, tenemos que hablar de pesos.
Todo está encaminado a la pesificación. O sea, hay que calcular que una hectárea debe estar saliendo 60.000 pesos, pero hablando de una buena tierra. Puede variar, si no, todo el mundo pondría el campo en venta a 20.000 dólares la hectárea. Hay hectáreas que pueden valer 7.000 u 8.000 dólares. Uno se da cuenta a la legua el por qué de la diferencia, agrega.
Otras actividades
En estos tres años viví de la inmobiliaria, soy martillero desde hace siete años. Siempre algo se hace: alquileres, lotes, una casa o la construcción. Siempre algo se hace, pero no con la frecuencia con la que se venía haciendo, manifiesta Cirigliano.
Lo que todavía está en movimiento es la venta de viviendas a un precio relativamente bajo, y la comercialización de loteos, esto último potenciado por las facilidades de pago existentes.
Autor: Cristian Otegui
Fuente: Diario de Hoy