Miércoles 5 de Junio de 2013

Shorthorn, una raza para aumentar la rentabilidad

Fabián García es el Gerente de la Asociación Argentina de Criadores de Shorthorn.

SHORTHORN

La raza cumple el doble propósito, para producción lechera y carnes. Más grasa en la leche, más sabor en carne. Por hibridación, puede aportar un 25% a la producción de los rodeos.

Fabián García es el Gerente de la Asociación Argentina de Criadores de Shorthorn.

En su paso habitual por Bolívar, dialogó con www.diariolamanana.com García es de General Madariaga, es ingeniero en Producción Agropecuaria y busca “promover y difundir la raza, brindando asesoramiento a los productores y estando cerca de todos aquellos que están en la producción pecuaria”.

Manifiesta que ese derrotero “se difunden las bondades de la raza y se fomentan las relaciones y vínculos con productores, se comparten momentos que son muy importantes en los negocios. Es necesario acercar y fomentar las relaciones, en éste caso con el objetivo concreto de aumentar la demanda de un producto concreto, como es el Shorthorn”.

La historia de Shorthorn es incierta, pero se da como evidente que hacia 1826 ingresó el primer reproductor, el Tarquino, con el objetivo de mejorar las razas existentes. García explica que se trata “es una raza de origen británico que llegó con el objeto de mejorar toda la raza bovina criolla que existía en el país, un ganado cimarrón que había. Se buscaba mejorar la producción y calidad de la carne”.

La raza se ha usado también con fines lecheros hasta que se fue especializando en la producción de carnes.

Si se trata de destacar fortalezas del producto, García asegura que “inicialmente tuvo un triple propósito, porque hasta se llegó a usar para trabajo”, como animal de tiro. Posteriormente “tuvo una línea lechera y otra carnicera.

En Argentina existe una línea lechera que se selecciona por la producción de leche, aunque es minoritaria y muy chica. En Estados Unidos e Inglaterra la participación del Shorthorn lechero es muy importante en los rodeos”, lugar que fue ocupando el Holando Argentino, que es una raza netamente lechera; “de todas maneras se diferencia de la leche del holando porque nuestra raza tiene un volumen importante de grasa butirosa, mucho más que el holando, que tiene más volumen, pero menos grasa”, que es uno de los factores que incrementa la calidad y el consecuente valor en la producción primaria.

García expone que la raza, destinada a lechera, es minoritaria, prácticamente acotada a tambos chicos, “pero que tienen una finalidad específica como hacer un producto como puede ser un queso o de una región específica”.

Respecto a la carne, inicialmente “se traían reproductores en pie para mejorar la calidad, hasta que los ingleses compraron, trajeron e instalaron los frigoríficos en Argentina; nos dejaban todo lo que no se aprovechaba, como cueros y vísceras, y se llevaban la carne a Inglaterra, que era el epicentro de la distribución de carne en el mundo.

Springfield era el mercado concentrador mundial, hoy es Alemania”. Ilustra al decir que “tengo una foto del mercado, con el troceo de la carne, y abajo dice quién era el creador de la misma. Una especie de trazabilidad, una innovación que pretendemos incluir hoy”, manifiesta con tono de denuncia.

La calidad de la carne del Shorthorn es característica.

El ingeniero manifiesta que “la calidad de la carne argentina es conocida en el mundo, sea por el gusto, la palatibilidad y por el jugo, que en un porcentaje altísimo se lo da la grasa, en lo que es el marmoleo el gusto da realmente rico se lo da la grasa, que muchas veces no se ve porque está dentro del músculo”. Específicamente la raza que promociona “tiene un buen marmoleo, es decir una grasa intramuscular, no grasa de superficie; y la terneza, porque esa grasa intermuscular la tierniza, porque la grasa se hace mucho más fácil de romper.

Eso hace muchos años se experimentó probándola, y hoy está comprobado científicamente a través de un mapeo genético. Hay genes específicos que pueden identificar esas características que pueden extraerse de un solo bulbo de un pelo” del animal.

Una raza que fue utilizada para mejorar la existente, inevitablemente se encamina a la hibridación.

Se le pregunta a García acerca de la actualidad sobre el pedrigee del Shorthorn.

“Hoy ya todo está descubierto.

Hay una cuestión muy importante que se ha comprobado científicamente que es el vigor híbrido que se origina en el choque entre sangres opuestas, que al juntarlas sale un híbrido, lo que potencia la producción de estas dos líneas”, explica el especialista, a la vez que asegura “que toda la producción de carnes, incluido el pollo y el cerdo, no son razas puras, sino que en ese choque de sangres puede aumentarse en un 25% la productividad”.

Al momento de sumar productores a la raza, García enfatiza el argumento de que, quien que lo haga, “va a aumentar la producción y la rentabilidad de la empresa.

Por ejemplo tiene vacas angus, si le pone un toro shorthorn, aumentará en un 25% la producción de su rodeo”. El problema que surgió, por ejemplo “en Estados Unidos, es que cruzaron todo, y no les quedó raza pura. Por eso, para hacer las cruzas, es necesario que alguien produzca raza pura”, rol de los cabañeros.

Otro de los beneficios de la raza es el de la maleabilidad y flexibilidad para manejar su peso de acuerdo a las necesidades del productor.
Un movimiento vinculado a la raza es el eje genético Shorthorn, del cual explica que se trata de “un grupo de criadores con una filosofía común en cuanto a biotipo de animal, productividad y selección de un animal, que se juntaron para potenciarse”.

Analiza que “eso es algo habitual, más de una cabaña se junte con un objetivo concreto a fin de potenciarse, por ejemplo con un remate, es una buena estrategia”, concluye el promotor.

         
         
         
         
         
         


         

         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         

     

     
     
     
     
     

   


Compartir:

Noticias Relacionadas


Diario Tiempo Regional
© DIARIO TIEMPO DIGITAL - Diario matutino de la ciudad de 9 de Julio Edición Regional. Fundado el 1ero. de octubre de 1995 - 9 de Julio - Pcia. de Buenos Aires. Tel.: (02317) 430285 - Libertad 759.
Propietario: Juan Enrique Cambello S.R.L
Director: Juan Enrique Cambello
Dirección Nacional de Derecho de Autor: 64918281
Edición: 4250