Viernes 4 de Julio de 2014
Entre el 1º de marzo y el 31 de mayo se originaron 556 siniestros, cifra que dio lugar a la media más alta de los últimos años. En el noventa por ciento de los casos hay al menos una moto involucrada.
Lejos de ser esperanzadora, cada actualización de estadísticas referidas al tránsito juninense entrega resultados desmoralizantes. Y los últimos números no parecen estar llamados a romper esa costumbre.
Las cifras en cuestión señalan que entre el 1 de marzo y el 31 de mayo pasados –es decir, en 92 días-, en esta ciudad se registraron 556 choques callejeros, o sea que el promedio de siniestros diarios ya supera los seis.
Sin freno, la tendencia ascendente de colisiones ya se muestra muy lejos de los tres accidentes por jornada que se contabilizaban hasta el año 2006 y de los cuatro por día que había hasta principios de 2010. Y lo más preocupante es que se desconoce cuándo llegará el fin de esa escalada.
El director de Intermed, la empresa que cubre el 99 por ciento de los hechos que se concretan, fue certero al indicar que hasta finales del 2013 se producían 5.3 o 5.4 por día, “y ahora llegamos a los seis”.
“Desde el primer día de marzo al 31 de mayo hubo 556 accidentes en la vía pública y no se ve ninguna señal de que esto vaya a mejorar, al contrario, año a año la situación viene empeorando. Habrá que tomar medidas, buscar otras formas para darle una solución a este tema”, expresó Hugo Greco en charla con Democracia.
El empresario afirmó que la situación actual empeoró hasta comparándola con el primer bimestre del presente calendario: “En enero y febrero la cantidad fue menor, pero quizás porque había menos circulación de vehículos”, manifestó.
Dentro de ese cuadro, las motos siguen teniendo un protagonismo mayoritario, a tal punto que, para Greco, intervienen por lo menos en el noventa por ciento de los episodios. “Tenemos que reconocer que es el único medio que tiene la gente al alcance de la mano para poder circular, razón que lleva a que en Junín haya casi sesenta mil motos”, opinó el empresario.
Ese panorama se contrapone con la visión del director de la Agencia Municiapl de Seguridad Vial, Daniel Kelly, quien días atrás afirmó que ha bajado la cantidad de siniestros y, más importante aún, mermó la cifra de víctimas fatales en las calles juninenses, aunque prefirió “no hablar de números cuando hay personas fallecidas”.
Agresividad
Siempre en declaraciones a este diario, Greco explicó que a la mayor demanda de trabajo que origina el incremento de los choques hay que agregarle que “en muchos casos, cuando acudimos a los accidentes nuestro personal es recibido con violencia”.
“De por sí, nuestros empleados van estresados porque no saben con qué se van a encontrar, dado que entre los accidentados puede haber criaturas o personas muy heridas, y encima tienen que aguantar que los ataquen a los gritos y hasta sean agredidos físicamente en alguna oportunidad. No pasa siempre, pero no tendría que suceder nunca porque nosotros ponemos lo mejor para atender a la gente”, lamentó.
Sobre las causas de esas reacciones, estimó que “son las mismas que derivan en los accidentes”, es decir que “está aumentando la intolerancia a nivel general”.
“Para que bajen los accidentes hay que realizar un manejo defensivo, respetar las señales de tránsito y cuidarse uno mismo, algo que acá no ocurre. El ejemplo más cabal es que los motociclistas no usan casco”, analizó.
Al respecto, negó que el nerviosismo sea causado porque las ambulancias demoran en llegar al lugar donde están los heridos. “Si llegás a los dos minutos, a los seis o a los diez, es lo mismo, cuando hay agresión es porque hay ganas de agredir. Acá en Junín no hay posibilidades de que lleguemos a la hora de producida la colisión, como sí sucede en ciudades más grandes. Nosotros, en el 99 por ciento de los casos arribamos a los diez minutos. En algunos podés tardar tres o cuatro minutos, y en otros veinte, pero el promedio nunca va más allá de los diez minutos. A veces tenés cuatro o cinco accidentes en un lapso de veinte minutos y no podés estar en todos lados al mismo tiempo. La gente tiene que tratar de ayudar a la víctima que está con un problema y le agregan otro porque hay ocasiones en donde no podemos subirla a la ambulancia”, reflexionó.
En ese sentido, Greco advirtió: “Siempre contamos con la ayuda de la Policía y de los inspectores municipales, pero se está empezando a ver cómo actuar porque hay veces que tenemos negativas de nuestro personal para ir a determinados lugares”.
Con todo, el flagelo de la inseguridad vial en el ámbito local arroja números escalofriantes: más de 1.800 accidentes de tránsito sólo durante 2013 –según datos obtenidos por este diario de la empresa de emergencias médicas Intermed-; 50.000 motos y ciclomotores en el parque vehicular juninense (a razón de una moto cada dos habitantes –en Junín hay casi 100 mil habitantes); 23 personas fallecidas el año pasado en choques en el casco urbano; el 90 por ciento de los siniestros deja lesionados, muchos de ellos, con secuelas de por vida, que insumen un enorme gasto al Estado.
Calles y arterias en mal estado se suman a una cantidad desproporcionada de motos que, como informó este diario, supera el total de tres ciudades de la región juntas. En esta línea, mientras que en Chivilcoy hay unas 21.000 unidades; en Pergamino 20.000; y en Chacabuco 6.000, en nuestra ciudad ya se superó la marca de las 50.000. Sin embargo, en todas las ciudades la circulación de motocicletas configura un tema de preocupación.
