Viernes 11 de Abril de 2014
Anoche se produjo un hecho sin antecedentes que intentó socavar la relación laboral en el ámbito del Diario La Verdad. En medio de una asamblea, que se desarrollaba a puertas cerradas, un grupo de presuntos dirigentes gremiales comenzó a golpear violentamente los vidrios de la puerta de ingreso al diario y se les franqueó el paso, aunque en un clima de evidente tensión. Interrogados por el Director, admitieron haber sido advertidos desde APENOBA (Asociación de Periodistas del Noroeste de Buenos Aires) sin poder justificar cuál era su rol en dicha convocatoria.
Mientras la dirección del diario convocó a una reunión de personal que se celebró en el hall central del matutino, un grupo de personas, en actitud visiblemente hostil, ingresaron irrumpiendo en el lugar, identificándose como dirigentes de la FATPREN (Federación Argentina de Trabajadores de Prensa) que, en ningún momento habían sido requeridos por ninguno de los empleados presentes.
El director OMAR BELLO había realizado, previamente una exposición ante los empleados, en la que se explayó sobre información que tenía acerca, de presiones que iban a ejercer desde el sector gremial a la conducción empresaria, para generar una situación de inestabilidad, fundada en inexactas versiones sobre deudas e incumplimientos de la empresa con sus empleados.
En medio de la asamblea que se desarrollaba a puertas cerradas, un grupo de presuntos dirigentes gremiales comenzaron a golpear violentamente los vidrios y, se les franqueó el paso, aunque en un clima de evidente tensión. Interrogados por el director, admitieron haber sido llamados desde APENOBA (Asociación de Periodistas del Noroeste de Buenos Aires) sin poder justificar cual era su rol en el lugar.
Ante la atónita mirada de los empleados del diario que no entendían lo que ocurría, los dirigentes comenzaron a vociferar amenazas al director en una clara actitud de apriete.
Tal fue la gravedad de la situación, que personal policial que presta funciones en la vía pública, frente al diario, estimó necesaria su presencia e, incluso, requirió refuerzos de móviles que inmediatamente se hicieron presentes en el lugar.
Ante ello, los presuntos gremialistas –que se hallaban en un número cercano a la decena- viendo que no había lugar a su acción ante la pasividad y repudio de los empleados, decidieron retirarse no sin antes esgrimir amenazas.
Es indudable que la línea editorial de LA VERDAD que viene tocando temas de sensibilidad social que afectan a intereses corporativos provoca el intento de desestabilizar a la conducción de nuestro diario.
Este medio se ve en la necesidad de informar a sus lectores que hasta la fecha, el único conflicto laboral existente es la orden de reincorporación a cumplir tareas del dirigente gremial Oscar Alberto Carreras que hace aproximadamente seis meses cesó en sus funciones en la FATPREN, no reintegrándose a prestar su débito laboral, lo que dio lugar a un intercambio epistolar entre las partes y a una audiencia por ante las autoridades de la delegación del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, seccional Junín.
Hechos como los acontecidos en la víspera despiertan profunda preocupación tanto en los empleados como en la conducción de LA VERDAD por el claro objetivo de acallar una de las voces que permanecen ejercidas en libertad dentro de la comunidad.