Lunes 18 de Marzo de 2013
Mientras velaban a Olga Aída Acedo, la mujer de 74 años asesinada de una puñalada en el cuello el viernes último, los familiares de la anciana tuvieron que transitar por una jornada exhaustiva de declaraciones ante el fiscal del caso, Javier Ochoaizpuro.
Tanto es así que en el mediodía de ayer, la sobrina de la víctima declaraba en la DDI local luego de una noche agitada, que los tuvo a ella y a sus parientes yendo y volviendo en reiteradas ocasiones desde su casa al establecimiento policial, y ante la requisitoria periodística expresó: “No pude dormir, no me pude cambiar, no me pude bañar. Estoy cansada. Recién ahora nos autorizaron para entrar a la casa y poder sacar algo de ropa”.
“Olga era como una madre”
El padre de la joven y cuñado de Acedo, Osvaldo Danunzio, en tanto, dijo que en el marco de la investigación “todavía no hay nada. La Policía está trabajando bien y haciendo lo que tiene que hacer, pero por momentos sentimos que los sospechosos somos nosotros”.
Además del cansancio, sus rostros reflejaban el drama que aprisiona a la familia desde hace 48 horas y que hizo foco en Martín, hermano mayor de Florencia e hijo de Osvaldo. “Está enloquecido. Ayer tuvo una crisis nerviosa muy grande, para él Olga era como una madre”, le confesó a Democracia la hermana de Acedo, Alicia.
Sin novedades en la causa
Fuentes muy cercanas al caso confiaron anoche a Democracia que en relación a la causa por el homicidio de Olga Acedo “aún no hay nada” determinante, que pueda orientar la pesquisa.
Pese a la expectativa que se entretejió en las primeras horas posteriores al atroz hecho, con la aprehensión de dos sujetos que fueron liberados rápidamente, el sábado no fue lo fructífero que se esperaba.
“Se realizaron allanamientos y otras diligencias, pero no se llegó a ninguna conclusión importante”, comentó un estrecho colaborador de Ochoaizpuro a este diario.
El asesinato
Olga Acedo fue hallada abrazada a su sobrina nieta, de apenas dos años, en medio de un charco de sangre, el viernes último. Tenía una herida punzante en el cuello, que le provocó la muerte.
La mujer, de 74 años, fue brutalmente asesinada en su vivienda situada en avenida República 170, en la zona del club BAP, en Junín.
El cuerpo de la septuagenaria fue encontrado por su sobrina (que le había dejado a su hija para que la cuidase y vivía en la misma casa), cerca del mediodía, luego de que ésta regresara de su trabajo.
A las 9.40, según pudo reconstruir este diario, la víctima había atendido una llamada telefónica, con lo cual se deduce que el crimen habría ocurrido entre esa hora y el mediodía.
Según versiones recogidas en el lugar del hecho, los delincuentes habrían ingresado a la vivienda de la mujer por una claraboya de una construcción que se está edificando en la propiedad, y desde allí habrían entrado a la casa, donde se cometió el salvaje hecho de sangre.
Acedo había cobrado hacía pocos días la jubilación de empleada de comercio, de unos 3 mil pesos, los cuales no fueron sustraídos en el hecho, lo mismo que una computadora y otros objetos de valor, lo que hace dudar a los investigadores sobre cuál fue el móvil del homicidio, por lo que los pesquisas no descartan ninguna hipótesis.
Manifestación por la inseguridad
En tanto, ayer, pasadas las 20, se realizó otra concentración en la plaza 25 de Mayo de nuestra ciudad, frente al Palacio Municipal, para protestar contra la escalada de muertes y atentados contra la propiedad que padecen los juninenses.
Alrededor de 350 personas concurrieron a la misma, siendo un dato que no escapó al observador, que muchos de los asistentes tenían prolijos carteles, realizados con la misma estética. Los mismos integraban la agrupación “Provincia Insegura”, de distintos ciudades del ámbito provincial.
Los portadores de estas pancartas –que no eran de nuestra ciudad- perseguían imputar al gobernador Daniel Scioli los dramáticos hechos ocurridos en los últimos días.
Como marcan las encuestas, los habitantes de Junín visualizan como responsables de los actos de violencia, a la falta de política sobre seguridad en el Municipio o en la Nación. No perciben que la dirección de esos temas esté a cargo de las autoridades provinciales.
En una jugada política, los manifestantes que traían los carteles señalados, quisieron señalar al gobierno provincial como principal responsable de velar por la seguridad.