Martes 20 de May de 2014
Los números alarman. Pero, detrás de cada uno de ellos, hay una historia de vida, una persona con pasado y sin futuro y una familia que quedará marcada para siempre.
Según los archivos del diario La Posta, en lo que va de este año, unos seis linqueños ya perdieron la vida en distintos accidentes de tránsito, una cifra idéntica a la que se había registrado durante todo el año pasado.
En rigor, estas estadísticas volvieron a poner en el centro de la escena un tema que preocupa -y mucho- a las autoridades locales. De hecho, en el Concejo Deliberante hay varios proyectos que apuntan a encontrarle una salida a esta problemática, que, en poco más de cuatro meses, destrozó a seis familias.
El último de los casos ocurrió en la madrugada de anteayer y tuvo como víctima al árbitro de fútbol Raúl Silva.
El hecho sucedió alrededor de las 4 de la mañana, en la avenida 9 de Julio, entre las calles Saavedra y Monseñor Surce. Silva (de 58 años de edad) circulaba a bordo de un ciclomotor Dayang 110 cuando colisionó contra la parte trasera de un camión marca Scania, que se encontraba estacionado en la avenida. Producto del golpe, el vecino falleció.
El anterior episodio que conmocionó a nuestra comunidad había ocurrido el domingo 13 de abril, cuando un joven de 17 años había fallecido como consecuencia de una colisión entre una camioneta y una motocicleta. Anteriormente habían muerto Gustavo Garduño (37), Alexis Nahuel Pagliaso (19), Laura Lencina (24) y Matías Fernández (33), todos como consecuencias de siniestros viales.
ESTADÍSTICAS
Las estadísticas a nivel nacional también impresionan. Según cifras de la Asociación Civil “Luchemos por la Vida”, en el 2013 perdieron la vida unas 658 personas mensualmente, lo que representa un promedio de 22 víctimas fatales por día a causa de accidentes de tránsito.
La de Buenos Aires, con 2.457 casos, es la provincia con mayor número de muertes. La sigue Santa Fe, mientras que Córdoba se encuentra en tercer lugar a nivel país.
Entre los dilemas que agravan la problemática de los accidentes de tránsito, la ONG menciona que se duplicó el uso de los celulares por parte de los conductores y que éste se triplicó en el caso de los peatones.
En este marco, “Luchemos por la Vida”, entre otras iniciativas, instó a promover el uso de cascos y cinturones de seguridad, el cumplimiento de los límites de velocidad y no beber alcohol al momento de conducir.
Por otra parte, esta asociación también destacó que 1.000 motociclistas mueren por año por no utilizar casco.
De acuerdo con el documento elaborado por la organización, “los motociclistas que usan casco tienen el 73 por ciento menos” de posibilidades de morir en accidentes viales.
Además‚ el informe remarca que los conductores de motos que “usan el casco tienen hasta el 85 por ciento menos de lesiones graves que los que no lo usan”.
Si bien la tendencia a utilizar el casco se incrementó en los últimos años‚ su uso en el país resulta hoy en día desigual, al comparar cifras entre la ciudad de Buenos Aires y el resto de las provincias.
EMERGENCIA
En este marco, una asociación bonaerense de familiares de víctimas de accidentes de tránsito reclamó que sea declarada la emergencia vial en Buenos Aires, la provincia con mayor índice de muertos en accidentes viales.
El proyecto de la entidad contempla la creación de centros de detención y la modificación de leyes que “benefician” a quienes cometen “homicidios viales”. Desde esa entidad creen que, de ser aprobada la iniciativa en la Cámara de Senadores, el Ejecutivo tendrá las herramientas necesarias para asignar mayor cantidad de policías y patrulleros, implementar una serie de medidas para prevenir accidentes de tránsito y desarrollar acciones de contención de las víctimas.
“Este proyecto intentará subsanar un vacío legal que viene padeciendo la sociedad argentina y se hace eco de un reclamo popular que refiere a la actitud desaprensiva y negligente de algunos automovilistas que no reparan en lo que representa estar al comando de un vehículo”, dijeron desde la ONG. Y agregaron: “Un auto mal utilizado -o por conductas irresponsables de quien lo conduce- se convierte en un arma que mata personas. Ante un accidente hay automovilistas que huyen de forma intempestiva, sin reparar en las consecuencias de su accionar, principalmente en lo que concierne a vidas humanas”.
