Jueves 27 de Noviembre de 2014
Los investigadores descartan la hipótesis de un robo y trabajan fuertemente en el círculo íntimo de la víctima. Las pericias determinaron que se trata de un homicidio.
Realizada la autopsia al cuerpo de Rafael Almiroty, productor agropecuario de 69 años, la Justicia determinó cambiar la carátula de la causa de “averiguación de causal de muerte” a “homicidio”.
Ahora, la investigación se centra en un crimen en el cual deberá dilucidarse cuál fue el motivo que llevó al asesino a cometerlo, habiéndose descartado el móvil de un robo seguido de muerte, dado que hay varios indicios que desacreditarían esa hipótesis, salvo que surja un testimonio que indique esa posibilidad.
En ese sentido, y analizada la escena del crimen, los investigadores y la justicia trabajan fuertemente dentro del círculo íntimo y familiar de la víctima. Por ese motivo se habría ordenado el secuestro de teléfonos celulares y otros dispositivos electrónicos de todos los familiares y allegados de Almiroty, con el fin de ser sometidos a estudios periciales por técnicos idóneos en la materia. Incluso el teléfono celular de Almiroty estaría en poder de los investigadores.
El productor agropecuario fue hallado sin vida en su casa de calle 28 esquina 103, tirado en su cama, con varios cortes a la altura del cuello, producto de una agresión con un cuchillo o elemento cortante.
Según supo La Mañana, las pericias indicarían que la víctima no opuso resistencia a la agresión, por lo que se podría suponer que habría sido atacado mientras dormía. Además, no fueron halladas manchas de sangre en ninguna otra dependencia de la vivienda.
La hipótesis de que sería una persona allegada o conocida, guarda fundamento en cuanto a que la vivienda no presentaba signos de haber sido violentada, ni en puertas o ventanas, por lo que se presume que el autor del homicidio tenía acceso a esa propiedad, o bien Almiroty sabiendo que alguien iría dejó la casa abierta.
25 de Mayo, donde no suelen ocurrir episodios de tanta violencia, se ha visto sacudido en pocos días por dos hechos caratulados como homicidio, pues hace menos de dos semanas el Contador Público y propietario de heladería “Arancio”, Martín Solla, murió a los 39 años tras las graves lesiones que le provocó el golpe en la cabeza, aparentemente con un objeto contundente, propinado por Luciano Bazterra, de 25 años, quien se encuentra detenido y a la espera de ser enjuiciado.
