Martes 27 de Agosto de 2013
Lucas Luciano Navarro Córdoba y Leonardo Fernando Castro Silva escaparon del penal saltando el muro de la calle 48. Un intenso rastrillaje en toda la zona no logró atraparlos. Pasaron a disponibilidad a tres agentes por el incidente.
El martes, la noticia de la fuga de trece reclusos del penal de máxima seguridad de Ezeiza, alarmó al país. Todos los medios se ocuparon del tema. Tras algunas capturas, diez de ellos permanecen prófugos y a causa de esta situación debió renunciar el jefe del Servicio Penitenciario Federal Víctor Hortel, reemplazado por Alejandro Marambio.
Días después, dos presos se fugaron de la Unidad Penal 5 de Mercedes, saltando uno de los muros. La noticia también llegó a los medios nacionales, pero causó más preocupación en la comunidad local.
El pasado viernes lograron fugarse Lucas Luciano Navarro Córdoba (25 años, oriundo de Navarro) quien estaba recluido por “Homicidio agravado en grado de tentativa y robo calificado” y Leonardo Fernando Castro Silva (38 años, de Bragado) quien estaba detenido por “Homicidio simple”. Según informó el director de Seguridad, Esteban Rossi, ambos estaban aguardando sentencia. Más allá de los esfuerzos por encontrarlos en la zona, todos los allanamientos y rastrillajes dieron negativo.
La fuga
Luego de una actividad en el patio, los dos fugitivos nunca regresaron a las áreas correspondientes. Presuntamente se escondieron en un baño. Una vez que encontraron la oportunidad subieron a los techos y alcanzaron el muro que da a la calle 48. Desde ahí se descolgaron. Esto se sabe porque había una remera atada que habrían colocado para que el golpe al caer no fuera tan grande. Luego se escaparon con rumbo desconocido.
La fuga fue descubierta cerca de la hora 20 cuando los reclusos fueron ingresados a los pabellones. Allí los penitenciarios descubrieron que faltaban Navarro Córdoba y Castro Silva.
Búsqueda
Con el fin de encontrar a los prófugos participaron del operativo integrantes del Servicio Penitenciario, DDI Mercedes policía comunal Mercedes y la UFI Nº 2 en turno, a cargo del doctor Leandro Marquiegui.
El director de Seguridad explicó que durante las primeras horas se los buscó por toda la ciudad. “Se los rastreó también en los registros de varias cámaras de seguridad. Trabajaron en un primer momento una decena de móviles, motos y autos particulares. Hicimos rastrillajes, pero suponíamos que iban a esconderse y no a andar por la calle. Estuvimos metidos en alcantarillas y montes, pero nada”. Agregó que enseguida la búsqueda se extendió a otras localidades y en casas de parientes de los prófugos.
“Es muy difícil. Nos dedicamos a buscar por la ciudad, que es lo que más nos preocupaba. Lo más próximo fue el predio de la Trocha, Guildford y se hicieron controles en ruta. Arrancamos en la 41 y seguimos también por la 5 y el Acceso Sur. Además estuvimos controlando la terminal de colectivos y trenes”, añadió Rossi.
Las fuerzas de seguridad contaban con identikits para hacer más sencilla la tarea. Al momento de escaparse los sujetos vestían pantalón negro y buzo gris, con gorras blanca y negra. El operativo cerrojo que se realizó incluyó alertas a las ciudades vecinas para que pongan a disposición efectivos y móviles, y estén alertas ante cualquier cuestión sospechosa. Las rutas, estaciones y paradas de micros estaban siendo vigiladas atentamente.
Posteriormente, se trató de ubicar a familiares y relaciones allegadas de los reclusos. Se llegó a viviendas en la ciudad, el campo, Gorostiaga, Bragado, entre otras.
Ya el día sábado el Servicio Penitenciario y la DDI realizaron un allanamiento en calles 42 entre 11 y 13, de nuestra ciudad, con resultado negativo.
Tres pases a disponibilidad preventiva
Por la fuga de los dos presos, fueron puestos en disponibilidad preventiva los efectivos que se encontraban de guardia –dos suboficiales de muro con poca experiencia– y el subdirector de Asistencia y Tratamiento, prefecto Javier Díaz.