Martes 4 de Junio de 2013
Por la mañana se subastaron las hembras en los corrales de la feria, mientras que luego del almuerzo se vendieron los machos en la pista de ventas de reproductores
La 72ª Exposición Angus de Otoño Bolívar 2013 llegó a su fin ayer con la subasta de los animales que salieron a venta.
LAS VENTAS DE AYER
Por la mañana se subastaron las hembras en los corrales de la feria, mientras que luego del almuerzo se vendieron los machos en la pista de ventas de reproductores.
Tras las ventas en los corrales (ver cuadro aparte), se improvisó un almuerzo en el pabellón Calac y posteriormente se pasó al galpón donde se encuentra la pista de ventas para subasta de los toros.
Pocas veces en los últimos años se ha visto la pista de ventas tan colmada de gente como estuvo ayer. Habría que irse en el tiempo una década atrás con el primer remate de TerraGarba, como para poder comparar en cuanto a la cantidad de asistentes.
Es cierto que muchas personas en las tribunas no aseguran que todo se va a vender o que se van a lograr excelentes valores; pero en tanta cantidad se supone que hay mayores chances de éxito.
Gervasio Sáenz Valiente, de Sáenz Valiente Bullrich, comenzó a presentar el remate, las condiciones de ventas, y luego luego le cedió la palabra a Alfredo Gusmán, el presidente de la Asociación de Angus.
Claro que para entregarle el micrófono tuvo que bajar del pedestal de los martilleros, recorrer varios metros de la pista e ir hasta la tribuna recientemente instalada en la pista de ventas, donde Gusmán se encontraba con pocas chances de movilidad dada la gran cantidad de gente.
Pocas fueron las palabras del presidente, les dio la bienvenida a los presentes, deseó buenas ventas y se volvió a sentra, a la espera del inicio.
Gervasio se quedó en el medio de la pista, junto al lote cabeza de remate, el reservado de gran campeón, y tras repasar nuevamente las condiciones de venta comenzó a martillar.
Ese primer toro, precisamente, el que fuera reservado de gran campeón (cabe recordar que el gran campeón, al haber sido un ternero, no tenía obligación de venta), no tuvo quórum.
Entonces salió a la venta el tercer mejor toro de la exposición, un colorado de Don Carlos, muy nombrado entre los interesados y destacado por los entendidos.
Y el toro no los dejó de a pie. Hubo dos interesados que se corrieron desde los 40 mil con los que se abrió la venta del animal hasta los 94 mil que terminó pagando la firma SEMEX. De allí en más, la venta se puso dura pero fue saliendo. Hubo animales por los que se pagaron 65 mil pesos, 53 mil pesos, y luego todos anduvieron en el filo de los 40 mil y de ahí para abajo.
Así pasó la subasta. En un momento duro para la ganadería, con precios que no adelantan desde hace ya más de un año y con insumor que, en dólares, han sufrido el embate de la inflación.