Lunes 13 de Junio de 2016
Se trata de María Victoria Casella, quien falleció en el acto tras impactar el coche en que viajaba con su marido contra un poste de iluminación. Era profesora de historia y muy apreciada por sus colegas y alumnos.
La conmoción por una muerte en la ruta vuelve a sacudir a Junín, castigada con fuerza este año por los choques fatales.
En esta oportunidad, el trágico hecho tuvo lugar en el kilómetro 73 de la Ruta Nacional 7, a escasos kilómetros de Luján, y derivó en la muerte de María Victoria Casella, una profesora de historia recientemente jubilada muy apreciada en esta ciudad.
Casella viajaba a bordo de un auto Nissan Sentra (patente LPX 100) que era guiado por su esposo, Enrique Scazzariello, que sufrió lesiones en varias partes del cuerpo y debió ser hospitalizado de urgencia.
Al parecer, el auto de los juninenses habría sido encerrado por un Volkswagen Bora (que siguió su camino) y terminó impactando contra un poste de iluminación ubicado en el cantero central del corredor vial.
La muerte de Casella fue instantánea, tanto como el dolor que invadió a centenas de vecinos de esta ciudad a medida que se fueron enterando del triste suceso.
Es que la docente había cultivado fuertes vínculos con colegas y alumnos a lo largo de su extensa trayectoria en las aulas.
Casella cumplió tareas hasta su jubilación en la Escuela de Educación Secundaria N°5, que funciona en el edificio de la primaria N°40. Allí, además de profesora de historia, dio clases de geografía y estuvo a cargo del departamento de ciencias sociales. Casella además trabajó en la Escuela de Educación Secundaria N°22, que funciona en el edificio de la primaria N° 2.
Se espera que sus restos sean enviados en las próximas horas a Junín para efectuar el velatorio y brindarle el último adiós.
Antecedente feroz
En lo que va del año, la Ruta 7 ya fue escenario de numerosos accidentes y más de uno dejó un desenlace brutal para vecinos de esta ciudad.
El antecedente más inmediato es feroz: dos familias, una de ellas juninense, quedaron destruidas como consecuencia de un choque frontal entre dos automóviles, el 22 de mayo a la madrugada, en el kilómetro 279.
El siniestro aconteció alrededor de las 2.30 y dejó un saldo de seis muertos y tres heridos, según reportaron fuentes policiales y judiciales.
En uno de los autos, un Ford Falcon color verde, viajaban Rubén Darío Cárdenas, de 38 años, y su pareja, Mirian Noemí Nievas, de 37, quienes fallecieron en el acto.
El mismo destino corrieron uno de los hijos de la pareja, Román Uriel Cárdenas, de 4 años, y el pequeño Fernando Gabriel Crozio (hijo de Nievas), de 9, mientras que la otra descendiente del matrimonio, Lucrecia, sufrió graves heridas y fue trasladado al Hospital Garrahan, de Buenos Aires. Allí falleció días más tarde.
En el otro vehículo transitaban Nelson Benetti, de 43 años; su mujer, Mariana Herrera, de 44, y la hija de ambos, todos con domicilio en la localidad de Germania, partido de General Pinto.
A raíz del brutal impacto, Herrera perdió la vida.
La potencia de la colisión quedó evidenciada en el estado que cobraron los rodados tras producirse el golpe. Es más, el Falcon quedó literalmente partido por la mitad, como si hubiese sido cortado por una enorme cuchilla.
Con anterioridad, el 4 de mayo, Rodrigo Martiarena un joven policía de 27 años, también oriundo de Junín, había muerto tras chocar su auto con un camión a escasos metros del paraje "La Agraria".