Jueves 2 de Febrero de 2017
Se trata de un jefe policial retirado y otro que estaba en actividad. Las salas de juegos fueron desbaratadas por la Justicia el mes pasado.
A principios de junio, la Justicia Correccional de Azul realizó una serie de allanamientos en clubes y locales comerciales de Bolívar, donde funcionaba una red de salas de juego clandestinas. En ese procedimiento, se incautaron más de 100 computadoras con sus respectivos servidores, las cuales eran utilizadas para realizar apuestas. Además de mesas de juego, gran cantidad de fichas de póker, dinero en efectivo y otros elementos vinculados a la operatoria clandestina.
Entre los clientes de los casinos ilegales, la Justicia encontró a Javier Hernández, un comisario en actividad que debía estar cumpliendo funciones, por lo que fue relevado y sometido a un sumario. Hernández fue subcoordinador de la Coordinación Bolívar, jefe de la comisaría 4ª de Tandil, y trabajó en la Subdelegación de Investigaciones de Bolívar.
Según explicaron las autoridades del Instituto de Loterías y Casinos provincial, los oficiales destinados al operativo fueron reunidos en Cañuelas sin decirles hacia dónde iban, para que la información no se filtrara y pudieran ser hallados in fraganti.
Del ex comisario Pablo Casas, Asuntos Internos sospecha que era quien operaba la red de juego ilegal en Bolívar, donde estuvo a cargo de la DDI entre 2012 y 2013.