Martes 18 de Junio de 2013
Quemacoches: una modalidad delictiva que preocupa a los vecinos de la ciudad
La “moda” de los quemacoches parece haber llegado a Junín para instalarse. De hecho, sólo en los últimos tres meses, fueron incendiados al menos seis vehículos estacionados en distintas zonas de la ciudad.
El último caso ocurrió en las primeras horas de ayer, cuando, aparentemente, dos sujetos que se movilizaban en moto arrojaron un bidón con combustible y prendieron fuego un Renault 19 blanco que estaba estacionado en la calle Newbery, a metros de la avenida Primera Junta.
Según informaron desde el cuartel de Bomberos local, este tipo de ataques vandálicos comenzó a registrarse con mayor frecuencia durante los últimos meses, hecho que sin dudas preocupa a los vecinos de la ciudad.
Sin embargo, el subcomisario Mariano Sarco, a cargo de la Comisaría Primera, aseguró que se trata de “casos aislados” y dijo que por el momento no puede hablarse de “bandas organizadas” dedicadas a quemar autos intencionalmente.
“Si los veo, los mato”
En diálogo con DEMOCRACIA, el dueño del último auto incendiado, Daniel Muscará, relató cómo fueron los hechos y descartó que se trate de una venganza personal.“Es una diversión que lamentablemente se está empezando a ver en Junín”, afirmó.“Yo estaba en mi casa y un vecino me tocó el timbre para avisarme. Un muchacho vio que desde una moto tiraron un bidón en el techo del auto. Como es una zona muy iluminada, se ve que no se animaron a romper el vidrio, que es la modalidad que utilizan”, agregó.
Gracias a la rápida actuación de los vecinos, en esta oportunidad sólo fueron dañados la pintura, los guardabarros y una parte del interior del vehículo, con una pérdida total aproximada de dos mil pesos.
Sin embargo, la bronca y la indignación fluyeron en la víctima, quien aseguró: “Ahora estoy tranquilo y creo que hay que tener que tratar de tener la cabeza fría, pero en ese momento pensé que si los llegaba a agarrar, los mataba a los dos”.
“Uno a veces no hace la denuncia porque piensa que después no pasa nada, pero hay que hacerla, porque si no pareciera que en Junín no hay delitos”, dijo y agregó: “A mi hija la asaltaron hace veinte días y la amenazaron con una botella. Hoy te roban, te prenden fuego, y tenés que empezar de nuevo sin que nadie te ayude. Lamentablemente nos estamos acostumbrando a no poder salir a la calle, vivimos presos”.
Antecedentes
El 29 de marzo pasado, cerca de las cuatro de la mañana, personal del Cuartel de Bomberos de Junín fue alertado por un vecino que daba cuenta del incendio de un automóvil, estacionado en calle Necochea, entre Alem y España. Llegada la dotación al lugar, no sólo constató la existencia del siniestro, sino que también observó que a poco más de 50 metros otro rodado presentaba un principio de incendio.
Los daños en el primer rodado, un Volkswagen Gacel, fueron totales; mientras que en el segundo, un Renault 4S, los perjuicios fueron mucho menores gracias al rápido accionar de los efectivos.
Pero eso no fue todo. Mientras la dotación volvía al Cuartel fue alertada nuevamente por el incendio de otro vehículo, esta vez en calle Félix de Azara al 900. Allí, el fuego alcanzó a un Fiat Duna, en el que provocó daños totales.
La noche siguiente, aproximadamente a la misma hora, la guardia de Bomberos debió acudir a la intersección de las calles Fuerte Federación y Remedios Escalada de San Martín, en donde las llamas alcanzaron a quemar la parte del motor de un Chrysler PT Cruiser.
En tanto, el lunes tres de junio un automóvil que estaba estacionado en el cruce de las calles Salta y Drago fue quemado por desconocidos que, aparentemente, habrían utilizado una bomba molotov.
Incendios intencionales
“Este último tiempo está creciendo la cantidad de autos incendiados, muy presuntamente de manera intencional”, afirmó un agente de Bomberos a DEMOCRACIA, y agregó que las pericias realizadas hasta el momento confirman que varios focos ígneos fueron iniciados deliberadamente.
Por su parte, el jefe de la Comisaría Primera intentó transmitir tranquilidad a la población local e indicó que se trata de “casos aislados” y que muchos de ellos “no pueden considerarse hechos de vandalismo”. “No podemos decir que hay una banda organizada dedicada a incendiar autos. A fines de 2012 y principios de 2013 hubo varios casos seguidos, pero después se fueron espaciando; no es que es un delito común”, afirmó. “Uno tiende a pensar que es por cuestiones personales, pero no quiero ser categórico en esto, porque no quiero ofender a ninguna víctima. Uno debe ser prudente con esto, pero en un caso, por ejemplo, nos refirieron que habría sido por una cuestión de violencia de género”, agregó.
Dos enfoques
Tras los numerosos casos registrados en Capital Federal y La Plata, están quienes sostienen que hay un “efecto contagio” y que no existe ningún grupo organizado detrás de los siniestros.
Especialistas que analizaron el fenómeno que se desató en Capital señalaron que ocurre algo similar a lo acontecido hace muchos años con los suicidios, al punto que por entonces la mayoría de los medios dejó de informar acerca de ellos, lo cual hizo disminuir la tasa.
Sin embargo, están quienes enfocan el flagelo desde otra postura: sostienen que hay grupos que es posible detectar y señalan que ese camino comienza con la realización de una batería de medidas procesales e investigativas, “a fin de unificar sus casos y tareas”.
En ese marco, una de las propuestas impulsadas en el ámbito capitalino fue la de generar un mapa delictivo, que registre históricamente sitios, horarios, modalidades y demás detalles de los ataques, que permitan generar un perfil de los vándalos que participan de los hechos.