Domingo 24 de Febrero de 2013
Política bonaerense: elecciones internas, ¿para qué?
Días atrás, un intendente kirchnerista de peso de la provincia de Buenos Aires afirmaba que al peronismo (no al FpV) le faltaba una interna para legitimar sus candidatos. “Históricamente fue así, un sector más progresista y otro más conservador dirimían sus diferencias en las urnas. El que ganaba conducía, el resto acompañaba. Hoy nos hace falta eso”, aseguraba el jefe comunal que renovó su mandato sin competencia de lista.
Las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) son atractivas por sí mismas, más aún para el periodismo político. También lo son para aquellos que no compiten y sólo miran de afuera. Tan sólo de imaginar que los apellidos Scioli y Kirchner (Alicia) compitan en agosto próximo o que la interna radical trascienda las barreras partidarias, hace ilusionar. Significaría, sin dudas, un avance democrático.
Sin embargo, más allá de los pedidos públicos, un escenario de internas en agosto es casi utópico. Tal vez por temor a “quedar afuera” de la escena política, la experiencia de las PASO es aún “verde”, salvo en algunas disputas distritales, como pasó en Junín, donde en la lista del FpV compitieron siete candidatos. Distinto pareciera ser el panorama en el plano nacional, donde las diferencias se dirimen un tiempo antes, a la hora del armado de las listas. Aquí, la clave está en quién maneje la lapicera; no interviene el voto popular.
El escenario en el kirchnerismo
La disputa entre el sciolismo y el kirchnerismo atraviesa su momento más complejo desde que el ex presidente Néstor Kirchner convocó al gobernador bonaerense para que sea su compañero de fórmula en el 2003. Hoy, lejos de aquella foto y con fuego cruzado desde ambos lados, una de las salidas para blanquear las posiciones sería ir a internas en agosto próximo.
Sin embargo, esa posibilidad fue descartada por el propio sciolismo. Días atrás, Santiago Montoya, presidente del Grupo Bapro, aseguró que “en la provincia de Buenos Aires se eligen cargos legislativos provinciales y seguramente habrá una negociación por la integración de las listas, pero no veo que el gobernador impulse listas propias, y menos en otras provincias”.
La estrategia sciolista es acorde a la lógica K. Pese al malestar que generan los retos públicos de la presidenta, Scioli no está dispuesto a romper con el kirchnerismo a más de dos años de las próximas elecciones Ejecutivas, en las que el mandatario bonaerense ya adelantó que gustaría competir.
A este escenario le falta un actor no menor que es el intendente de Tigre, Sergio Massa, quien se parece mucho a Scioli, no sólo en su pensamiento político. En lo que respecta a 2013 y 2015, Massa cuenta con algo de ventaja: si Scioli aspira a ascender en 2015 sólo le queda enfilar hacia la presidencia; Massa sin embargo puede ir primero por la gobernación y pelear más adelante por la Casa Rosada. Otro dato no menor es la edad: Massa tiene 40 años y Scioli ya cumplió los 55.
La estrategia de Massa es jugar al incógnito y desde su entorno así lo fogonean. Por ejemplo, en diciembre pasado uno de sus principales armadores en la provincia aseguraba que el 16 de enero, en Pinamar, Massa iba a blanquear su candidatura “por afuera”. Corrieron el rumor del “16E”, le dieron de comer a los medios (Massa es uno de los mimados) y luego se escondieron.
Ahora aseguran que quiere jugar en las PASO, y que se tiene fe incluso como para competirle en una lista a la ministra de Desarrollo Social de la nación, Alicia Kirchner. Sueña con vencer al kirchnerismo con sus propios colores y quedar bien posicionado en el espacio K, donde lo miran con recelo.
Sin embargo, el plan del intendente de Tigre se vería trunco porque todo indica que el kirchnerismo se inclinará por la lista única. De ser así, todo hace pensar que la única estrategia es ejercer presión para negociar espacios “por adentro”.
Las internas en la UCR
El próximo 2 de marzo, en Olavarría, alrededor de doscientos convencionales de la UCR bonaerense van a aprobar un documento en donde el centenario partido va a definir su futuro. Allí se elegirán autoridades y se marcará el rumbo de las posibilidades electorales.
Según trascendió, se aprobará una resolución en donde habilitarán al Comité Provincia a concretar diálogos con partidos progresistas (tales como el FAP) pero no con la centroderecha, por caso el Pro del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, alianza promovida por el intendente de San Isidro, Gustavo Posse. Además, se dejará abierta la posibilidad de concurrir a los comicios como histórica lista 3 del radicalismo, si es que las negociaciones futuras con otros partidos terminan naufragando.
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