Miércoles 6 de Noviembre de 2013

Arsénico en el agua, una realidad en el Partido de Villegas

  • Diario Actualidad - Villegas

Una investigación del INTA Villegas demuestra que el consumo del agua de napa en distintas zonas del Partido puede ser riesgoso para la salud.

Días atrás, y a raíz de una nota publicada por el suplemento Salud del Diario Clarín en el que se mencionaba al partido villeguense como uno de los más afectados a nivel nacional por la problemática del arsénico en el agua corriente, Diario Actualidad consultó laboratorios y entidades experimentales de la zona para obtener una visión panorámica que incluyera datos locales, tanto de la presencia de arsénico en agua, como de sus posibles efectos en la salud de las personas.

El arsénico es un mineral cuyo consumo es altamente tóxico para el ser humano, pudiendo causar envenenamiento y enfermedades como cáncer. El umbral aceptado es de 0.01 mg por litro de agua. Este límite varió a partir del año 2005, ya que anteriormente el umbral era 0.05 mg por litro.   El envenenamiento por consumo de este elemento químico se produce debido al contacto prolongado (a través del tiempo) y a la acumulación de dicho mineral en el organismo. Lamentablemente Argentina es uno de los países cuya población está más expuesta a los efectos de la contaminación del agua con arsénico. Hoy hay cuatro millones de personas con posibilidad de contaminarse con este mineral en nuestro país, tal como lo informa la doctora en Química e investigadora de la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica), Marta Litter, en su presentación "La problemática del arsénico en la Argentina: el HACRE (hidroarsenicismo crónico regional endémico)".   La ruta del arsénico comienza en el Norte, en Salta y Jujuy, y baja por Tucumán, La Rioja, Catamarca, San Juan, Chaco y Santiago del Estero; cruza San Luis, Mendoza, Córdoba, Santa Fe, La Pampa, Río Negro, Neuquén y gran parte de la provincia de Buenos Aires, y llega a la costa atlántica. En total, son 16 provincias las afectadas.   ORIGEN   Su origen es natural, tiene que ver con la génesis del suelo y data de los tiempos en que se formó la Cordillera de los Andes. En ese tiempo los sedimentos y las cenizas volcánicas con alto contenido de arsénico volaron por nuestro territorio y quedaron depositadas en las capas geológicas formando nuestro suelo actual. La zona villeguense, por ser más baja, tiene tendencia a acumular una mayor cantidad y diversidad de materiales con respecto a los que se acumulan en la altura. Hoy, el arsénico está en las napas, en los mismos pozos de donde se extrae el agua.   EFECTOS   El arsénico se absorbe a través del intestino, no por la piel (o al menos no en forma significativa), por lo tanto si una persona se lava los dientes o se baña no hay peligro alguno. Sin embargo, si el agua es consumida o utilizada para cocinar entonces sí, el consumo de arsénico se vuelve riesgoso. Hervir alimentos utilizando agua con arsénico es peligroso, ya que el agua se evapora y por lo tanto la concentración del mineral en el agua aumenta en proporción de mg por litro.   Consumir arsénico en pequeñas dosis durante mucho tiempo produce una enfermedad que se llama HACRE: hidroarsenicismo crónico regional endémico. Detrás de ese nombre hay asociadas un montón de patologías. La exposición prolongada al arsénico y su acumulación en el organismo genera múltiples afecciones, por ejemplo: produce cáncer de pulmón, cáncer de laringe, tos crónica, tos persistente, fibrosis pulmonar, puede generar cáncer en el hígado, cirrosis hepática y disfunción hepática; en la piel genera hiperpigmentación, queratodermia (engrosamiento de las palmas de las manos y las plantas de los pies) y cáncer de la epidermis. Asimismo, afecta los riñones y los nervios periféricos. Produce neuritis e inflamación. Se acumula en las uñas y el pelo, por lo que produce fragilidad, caída y deterioro. Además puede aumentar la incidencia de otros tumores en el resto del organismo.   Niveles de Arsénico en la Argentina   En muchísimas ciudades del interior y del conurbano bonaerense, el agua que llega a los hogares a través de las empresas provinciales de agua, de las redes municipales o de los pozos privados tiene más arsénico que el recomendado. Una de las provincias afectadas es Buenos Aires. El 80% del mapa de la provincia de Buenos Aires tiene niveles de arsénico superiores al nivel apto para consumo humano. De acuerdo a lo informado por Clarín, en General Villegas el nivel de arsénico fluctúa entre 0,18 y 0,40 mg por litro de agua.   Niveles de arsénico en General Villegas   En el verano 2011/2012 la Estación Experimental INTA Villegas realizó un estudio para analizar la calidad del agua de las napas tras las inundaciones de 2001 y 2010, que provocaron la suba de las mismas. El objetivo de la investigación era determinar qué minerales podía aportar el agua de napa para el riego de cultivos y si ésta era apta para el consumo humano.   La investigación del INTA consistió en establecer una red de 30 freatímetros colocados en los cascos de estancias y establecimientos, a lo largo de todo el Partido y zonas aledañas. Los freatímetros son huecos en el suelo, de 3 a 4 pulgadas de ancho, cuya profundidad se extiende hasta el pelo de agua para determinar dónde se encuentra el agua libre. Luego se analizó la calidad del agua de cada freatímetro.   Los resultados arrojados por esta investigación demostraron que el nivel de arsénico en el agua de las napas del Partido de General Villegas es superior al doble del umbral permitido (0.01 mg por litro).   La Ingeniera Agrónoma Cecilia Justo, de INTA Villegas, plantea que hay dos fenómenos climáticos que pueden afectar los resultados de una investigación de este tipo: "puede haber un efecto de dilución en una inundación, porque la cantidad de sales se diluye en la cantidad de agua, o puede haber una concentración en años de mucha sequía". No obstante, sostiene que los valores arrojados por la investigación son precisos, ya que el período 2011-2012 fue normal, sin inundaciones ni sequías extremas.   Tal como se pueden apreciar en los mapas provistos por la Estación Experimental del INTA Villegas, los freatímetros se colocaron en los cascos de las siguientes estancias y establecimientos (el nivel de arsénico en agua se indica en la proporción mg por litro):   -          Zona norte del distrito: Pablo Linari (0.013), El Pegual (0.041), Saboya (0.035), Fortín de Gainza (0.021), Savigliano (0.016) y Monte Largo (0.05). El valor promedio de la zona es de 0.029.   -          Zona centro del distrito: Oscar Chapado (0.058), Mediana (0.019), Busquets (0.128), Actis (0.014), Suc. Pedro Garcia (0.055), Inta (0.163) y Schiavi (0.029). El valor promedio de la zona es de 0.066.   -          Zona sur del distrito: Las Alazanas (0.044), Gorosurreta (0.201), Roesler (0.096), Sigra (0.02), Goyaike (0.211), San Eduardo (0.031) y El Meridiano (0.016). El valor promedio de la zona es de 0.088.   Los resultados arrojados indican que los valores del arsénico en agua son superiores al umbral permitido, tendencia que se manifiesta sobre todo en las napas de la zona sur del Partido, donde se encuentra la ciudad cabecera del distrito General Villegas, la zona con mayor cantidad de habitantes expuestos. Una mediana estadística (para evitar los valores extremos de la media estadística o promedio) demuestra que el valor de arsénico en agua en las napas del distrito es de 0.038 mg por litro, casi 4 veces más del máximo permitido para consumo humano; lo cual indica que si bien el agua de pozo puede ser potable o "dulce" dista mucho de estar libre del mineral en cuestión por lo que, en un consumo prolongado, puede afectar la salud de las personas que la beben.   EFECTOS EN LOS ALIMENTOS    En lo que respecta al ganado, el arsénico en el agua no afecta de la misma manera que lo hace en personas. De acuerdo a la Ingeniera Cecilia Justo son dos los motivos: "tiene que ver con el peso del animal y también con el tiempo de exposición a esa intoxicación. En el caso de un novillo de 350 kilos, el umbral de tolerancia del mineral es mucho más alto y además el tiempo en el que está expuesto es poco, porque en dos años y medio o tres ya va a faena, entonces la acumulación no es tan grande como para que nosotros consumamos arsénico en la carne. Queda la duda de los tambos.  Ahí el animal tiene más exposición porque la vaca consume agua y diariamente se le está extrayendo el producto. Pero esto no se sabe a ciencia cierta, no se tienen datos de investigaciones".   En los cultivos no hay riesgo porque no se riega con agua de napa.   FORMAS DE PREVENIR LAS ENFERMEDADES   La primera medida debe ser no consumir agua de napa. Si bien el agua de red de Villegas tiene mucho salitre y por lo tanto no es apta para consumo humano, sería un hábito saludable comenzar a cocinar los alimentos con agua potable, sin arsénico, y dejar de utilizar el agua de la canilla (o usarla solamente para limpieza de alimentos, vajilla, ropa y aseo personal).   Hay maneras de quitar el arsénico del agua para evitar las complicaciones de salud que puede generar. En primer lugar está la ósmosis inversa, proceso mediante el cual a través de una membrana semipermeable se separa el agua en dos corrientes, una con alto contenido de sales y una desmineralizada. En el paso por estas membranas el agua sufre un proceso de desmineralización, en el que se reduce el contenido de arsénico. Las membranas tienen un rechazo de arsénico de alrededor del 94-96 %, obteniendo calidades de agua excelentes para el consumo humano.   Finalmente, una segunda alternativa, cuya efectividad está comprobada y que es mucho más accesible para el bolsillo de los ciudadanos, es el uso de filtros o purificadores de agua que captan el arsénico y lo remueven, permitiendo mejorar la calidad del agua. El único inconveniente de dichos filtros es que si el agua tiene una elevada proporción de arsénico es necesario renovarlos cada 6 o 12 meses debido al desgaste que padecen los mismos.
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