Jueves 27 de Abril de 2017
Troya el perro galgo que vivía en un albergue de Bragado y hoy vive con su nueva familia en Brasil
La organización Ayuda a un Galgo, junto con Voluntarios Animalistas, nos cuenta la historia de “Troya”, un galgo que fue llevado con su adoptante en Brasil.
Con más de 10 años, Troya solo conocía la vida como galgo de caza, y como perro de refugio, viviendo en un canil, con la suciedad y la humedad típica. “Ahora este bombón va a tener una vida de sillón y mimos” comenta la administradora de Ayuda a un Galgo, Silvia Vasallo.
Su adopción fue una gran felicidad, ya que los perros adultos tienen pocas oportunidades de ser adoptados, y lamentablemente la mayoría fallece en los refugios sin nunca haber conocido la vida en familia.
¿Por qué Troya?
Todo comenzó con la adopción de “Rubia”, una galga maltratada por galgueros que fue adoptada por una familia de Paso de los Libres, quienes le comentaron a una familia amiga, una pareja brasileña, sobre la raza. La pareja quedó fascinada con la idea de adoptar un galgo. Sucede que en Brasil no existen leyes a favor de los animales como en Argentina, y la problemática de los galgos de carrera es un tema muy serio, y es muy difícil poder adoptar uno. Esta pareja optó por adoptar no uno, sino tres galgos, entre ellos Troya, ya que cuentan con una casa quinta de tres hectáreas que compraron para los perros que rescatan.
Ya se habían hecho entrevistas a personas interesadas en adoptar a Troya, pero no se cumplían las condiciones necesarias para ello; el destino de Troya era Uruguayana.
-EL VIAJE DE TROYA-
En primer lugar, debía salir de Bragado hasta el barrio de Recoleta, en la Ciudad de Buenos Aires, donde se encontraría con Juan Waldovino, la persona que lo iba a llevar hasta Brasil, junto con otras dos galgas. Desde allí, iría hasta Paso de los Libres, Corrientes, para finalmente dirigirse a su nuevo hogar en Uruguayana. Ayuda a un Galgo solo tuvo que pagar el viaje hasta Buenos Aires, con un costo de $500, que son sufragados por donaciones voluntarias.
Juan comenta como los 4 galgos (Úrsula, Rubia, Gris y Troya) se conocieron en el living de su casa, antes de hacer el viaje de 8 horas, todos juntos en el auto. “Conecté con cada uno de ellos, viajé solo con ellos, ¡Me seguían a donde iba! Muy pegotes a mí, en tan poquitos días”, comenta. “Confiaba tanto en ellos que, en una de las paradas que hicimos, los dejé correr libres, sin correas ni cadenas, sin importar nada. Los galgos son seres únicos, nacieron para correr libres”
Al llegar al puente que cruza de Argentina a Brasil empezó a llover torrencialmente. La ADUANA fue muy amable y después de un trámite muy rápido pasaron sin ningún problema. “Cuando llegaron a la casa de sus adoptantes, lo primero que hizo Troya fue adueñarse del sofá del living” relata Juan.
La nueva familia de Troya está sumamente feliz con él, que ahora goza de una vida de “sillón y mimos”, junto con otros dos galgos, en una casa quinta con amplios espacios verdes para jugar, correr, y hacer travesuras.
¿Por qué adoptar un perro adulto?
Como comentamos al principio, los perros adultos tienen muy pocas posibilidades de ser adoptados, y la gran mayoría fallece en los albergues sin nunca haber conocido la vida en familia. Por eso las entidades animalistas invitan a todos los que quieran, y puedan, adoptar a un perro nuevo, que consideren a uno adulto. “Lo bueno de ellos es que son muy tranquilos, sobre todo los galgos que duermen todo el día pero, a la vez, son juguetones si se les incita a jugar”, comenta una de las encargadas del albergue de Voluntarios Animalistas. “Saben pedir para hacer sus necesidades afuera, conocen muy bien la palabra ‘no’, y son muy mimosos y tolerantes, sobre todo con los niños”.
Hoy hay muchísimos animales en los predios o albergues, tantos que ya no hay lugar para ellos, y un buen número de estos perros tienen más de 8 años.
Quiero ayudar a un galgo
La organización trabaja junto con Voluntarios Animalistas y FundaPAB casi exclusivamente rescatando y asistiendo perros de la raza galgo. Este domingo 30 de Abril se llevará a cabo un evento donde, además de juegos y charlas sobre distintos temas, se desarrollará una charla especialmente sobre ésta raza y sus capacidades como mascota de familia y perro de asistencia emocional.
Ayuda a un Galgo cuenta con una página en Facebook del mismo nombre, donde se publica día a día el trabajo que se realiza a favor de todos los animales. Todos sus miembros son voluntarios y no cobran ninguna clase de subsidios por su trabajo, por lo que se solicitan donaciones voluntarias, tanto monetarias, para cubrir gastos veterinarios, como de bolsas (enteras o fraccionadas) de alimento, en lo posible de la marca “NutriBon” o “Kongo” para cachorros.
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