Lunes 9 de Septiembre de 2013
El presidente de la Sociedad Rural de Junín, Rafael Torello, expresó la preocupación que existe en el sector y afirmó: “la situación está complicada, necesitamos que empiece a llover”. Se esperan altas temperaturas y posibles precipitaciones a partir del jueves.
El trigo esta vez podría bajar el rendimiento por la falta de lluvias durante los dos últimos meses. En este sentido, los 4,5 milímetros caídos el sábado en Junín no alcanzaron para disipar la preocupación de los productores, quienes sostienen que estamos en días “decisivos” para la definición de los rindes de la cosecha.
“La situación está complicada, sobre todo en la zona de Agustina y Morse, con la cadena de médanos que hace que el suelo drene mucho y tenga más problemas de humedad”, dijo el presidente de la Sociedad Rural de Junín, Rafael Torello, en diálogo con Democracia.
“Hoy, nuestra zona está más o menos bien y para el sur, mejor. El problema es de Junín para el norte. Pero esta es una época de definiciones y en septiembre necesitamos que empiece a llover”, agregó.
Según el servicio meteorológico local, entre julio y agosto llovieron menos de veinte milímetros, lo que refleja a las claras el proceso de sequía que se viene abatiendo sobre la superficie de los campos de la ciudad.
En tanto, para hoy, mañana y el miércoles se esperan temperaturas elevadas -que llegarían a los 33 grados- y recién el jueves podrían registrarse precipitaciones aisladas.
“A partir del jueves se espera que las temperaturas empiecen a descender, con máximas de 18 grados y mínimas de 10. Otra posibilidad es que por 48 horas el tiempo esté inestable y haya precipitaciones aisladas que satisfagan las demandas”, indicó el meteorólogo Luis Lanare.
Por su parte, el ingeniero y ex titular del INTA en Junín, Juan José Cavo, dijo que en este distrito todavía no se notan grandes problemas por falta de agua, pero alertó que el sentimiento entre los hombres de campo es de “gran preocupación”, ya que de no haber lluvias próximamente las condiciones de crecimiento se van a deteriorar con el aumento de temperaturas.
El profesional recalcó que por ahora se observa “mucha preocupación”, pero prefirió ser cauto y no emitir pronósticos referidos a pérdidas de rentabilidad. “No hay que olvidar que estamos hablando de un producto muy resistente”, dijo.
Afecta la siembra de maíz
Con respecto al maíz, comenzó la cuenta regresiva para iniciar la siembra en las próximos días y desde el INTA Junín advierten que la intención de producir ha bajado: “La falta de lluvia y sobre todo los altos costos y los bajos precios a futuro siguen tirando abajo la intencionalidad de siembra. A principio de año se preveía que sería ‘el año del maíz’ y ahora, por el contrario, está planteado como un año en el que el maíz se sembrará sólo para cumplir con la rotación”, señaló.
Entre los puntos que más pesan a la hora de decidir los planes de siembra se destacan el costo de producción de maíz -que es el doble que el de la soja- y la alta inmovilización de dinero: “En algunas localidades la baja de la superficie intencionada con maíz es del 30 por ciento respecto al año anterior”, remarcó Cavo.
El maíz, de contar con la humedad suficiente, se sembraría a partir del 15 de septiembre. Sin embargo, los productores están retrasando la toma de decisión de siembra porque los números no son tentadores y por eso es aún difícil establecer cuál puede ser el nivel de baja en la superficie maicera. Pero sí es notorio el crecimiento que se espera para soja: “La oleaginosa seguirá dominando el paisaje”, comentan los chacareros del distrito juninense.
Ante este escenario, la soja sigue afianzándose en su tendencia de sumar hectareaje: “Las intencionalidades de siembra muestran que el crecimiento podría estar entre un 10 y 20 por ciento, impulsada por la recuperación de precios de la última semana”, indicó Jorge Elustondo, otro especialista en materia agropecuaria.
La precampaña de maíz comercial 2013-2014 comenzó aproximadamente hace 60 días y en un principio se denotaba una buena intención de siembra inicial, apalancada por los buenos rindes obtenidos durante la última zafra (2012-2013).
Sin embargo, durante las últimas dos semanas, la pre-campaña sufrió una marcada irrupción debido a varios factores de consideración por parte de los productores.
El bajo precio del mercado a futuro de maíz fue uno de los elementos preponderantes en la toma de decisiones por parte de los productores a la hora de definir su planteo.
Por otro lado, el hecho de que aún no se hayan terminado de cerrar los contratos de alquiler y su forma de pago también incidió en la decisión de los productores de no incrementar área para la nueva siembra.
