Lunes 17 de Febrero de 2014
De un día para el otro algo cambió en la Familia Ponce de León.
No porque se fueran del automovilismo si no porque Gabriel, uno de los mejores pilotos en la historia de nuestra ciudad, tuvo que salir a pelearla para seguir corriendo en el Turismo de Carretera tras tener problemas para llegar al presupuesto que solicitó el entrerriano “Gurí” Martínez.
Fiel al estilo familiar, jamás se bajaron del barco y empezaron a vivir un sueño que en algún momento iba a llegar. Quizás no era el año más indicado como dijo Gabriel pero las cosas por algo suceden.
Desde hace tres semanas, Roberto y sus hijos Gabriel y Mariano preparan el Ford que está hecho prácticamente en nuestra ciudad. Solamente recibe el motor de Costanzo pero el resto es realizado por el Ingeniero Mariano y Roberto, su papá, aporta toda su experiencia al servicio del equipo familiar.
LA VERDAD DEPORTIVA llegó hasta el taller ubicado a la vera de la ruta 188 para realizar una entrevista mano a mano con los tres integrantes del Ponce de León Competición (faltaban David Ciarrochi y Braian Gutiérrez).
La primera experiencia fue en Neuquén y el rendimiento del auto fue sobresaliente. No ganó pero fue parecido. Es que tuvieron pocos días para armarlo y se la jugaron para no perder la primera carrera. ¿El resultado? Séptimo puesto, 32 puntos llegaron a Junín y empezó a cristalizarse todo el esfuerzo juninense.
Próximamente el Ford estará presente en Paraná y luego llegará la cita más esperada por todo el equipo. La tercera competencia de la Máxima se llevará a cabo en Junín y todas las fichas están puestas en realizar una gran tarea en el autódromo Eusebio Marcilla.
Gabriel: “Queríamos tener equipo propio”
Al abrir la charla con LA VERDAD DEPORTIVA, Gabriel explicó como surgió todo tan repentinamente.
“Esto en principio lo teníamos en mente para hacerlo en algún momento. Tener el equipo propio era la idea pero nació de sorpresa. Las cosas se dieron por una cuestión presupuestaria y fue una idea de mi hermano y de mi viejo para que corriera con el auto de Mariano. Ahí arrancó todo, un viernes a la tardecita, una semana antes de la carrera en Neuquén, tomamos la decisión de armar el auto. El sábado viajé a Buenos Aires a buscar unos elementos y el lunes también fui a buscar los motores de Costanzo”.
Seguidamente indicó que “el viernes fui a Neuquén con las expectativas de poder funcionar bien, porque el auto era muy lógico. Y fue así. Clasificamos bien y sabía que el domingo íbamos a estar arriba. Nunca dudé en la final que el auto se iba a parar o iba a bajar el rendimiento, salvo que se rompiera algún elemento”.
El resultado es conocido por todos. Ponce llegó séptimo tras una buena carrera, prácticamente sin sobresaltos aunque reconoció un error por parte del equipo.
“Me vine de Neuquén como si hubiera hecho un podio. Es más pienso que podíamos haber estado en el podio, pero nosotros el sábado le erramos a la hora de clasificar. Hicimos unos cambios para mejorar que no salieron y eso no nos permitió mantener lo bueno que habíamos hecho el viernes. Si el sábado acertábamos con los cambios nos hubiéramos metido entre los seis y la carrera final hubiera sido otra. Pero son experiencias, que seguramente se nos irán presentando todos los fines de semana”.
Mariano: “Nació bien”
El Ingeniero Mariano Ponce de León brindó detalles sobre la construcción del Ford que manejó el año pasado en el TC Pista y que ahora utiliza su hermano Gabriel en el TC.
“El auto nos llevó ocho meses. Lo primero que sea hace en el auto es la ubicación del Centro de Gravedad. Luego se parte para realizar todo el diseño de las suspensiones, porque el auto se mueve en ese punto. Los primeros bosquejos se hacen en la computadora en un programa especial, donde se dibuja el auto y las suspensiones, ahí se simulan la variación de altura y demás posiciones de los amortiguadores, anclajes de las suspensiones. Una vez que está el trabajo final se pasa al auto, teniendo en cuenta que hay un reglamento técnico con medidas, mínimas y máximas”.
Además indicó que “cuando corrí las últimas carreras del año pasado en el TC Pista con este auto, sabíamos que había nacido bien. Por falta de presupuesto no lo podíamos probar y así darle la puesta a punto final o empezar a acercarnos a los punteros. Sabía que el auto era muy bueno de raíz, pero no sabíamos si para el TC en la primera carrera íbamos a estar tan rápido entre los primeros. Es un auto muy dócil que los pequeños cambios los nota muy bien, eso es lo que más nos sorprendió tanto a Gabriel como a mi. Puesta a punto, de alineación, pequeñas variaciones de altura, de pequeños cambios de dureza de amortiguadores de resortes, el auto lo acusa muy rápido y eso es importante a la hora de trabajar”.
Pity: “Lo construimos con un amor bárbaro”
El mayor de la familia, Roberto “Pity” Ponce de León destacó el trabajo de los tres para llegar con el armado del auto.
Roberto dijo que “nosotros estábamos preparándonos para que Mariano pudiera correr y no podíamos conseguir un buen presupuesto y como Gabriel también estaba medio complicado decidimos juntarnos. Este es un auto nuevo y lo construimos con un amor bárbaro, le pusimos muchas horas y lo mejor de lo mejor en elementos. En Neuquén tenía los nervios de que el auto no se parara, el puesto no nos interesaba, porque se había armado todo en una semana cortita.
El encargado de toda la puesta a punto es Mariano, yo me desligo de eso, pero toda la parte mecánica, ya sea caja, diferencial, frenos todo eso es parte mía, es decir si falla algo de eso es porque me pasó a mi; no se tiene que descolgar nada...(risas)”.
Trabajo en pista
La relación entre Gabriel y Mariano es fundamental para tener un gran auto. Mariano explicó como se entiende con su hermano.
“En pista soy el chasista del auto. Estoy en contacto con Gabriel con la radio y donde más se trabaja es en los entrenamientos. Ahí es donde podemos cambiar cosas. Gabriel me pasa datos en pista, viene a boxes, hacemos los cambios y sale a probarlos. Por ahí me dice que se va de cola o tiene tendencia. Uno tiene que estar con todas las luces, pensar rápido para hacer el cambio y mejorar el auto. Tengo una planilla de calculo y de acuerdo a lo que haga el auto intentamos la variante, reaccionar rápido y elegir un camino a seguir, si es un cambio mecánico, aerodinámico o de suspensión o de altura. Todo esto es en los entrenamientos del viernes y del sábado. Después que terminan, nos reunimos con Gabriel y mi viejo y se analiza lo que es el auto en cada curva, también la velocidad en las curvas y ahí se decide con más tiempo que cambios hacemos. Ahí vamos a la clasificación y en tres vueltas tiene que salir todo perfecto. Es una responsabilidad muy grande estar en la puesta a punto del auto, pero es lo que me gusta.
Sabemos que Gabriel es un piloto de punta, que requiere tener un auto que rinda bien y que esté entre los diez mejores”.
Todos trabajando
Gabriel no quiso dejar afuera la tremenda labor que hace el Ponce de León Competición
“Desde que llegamos seguimos trabajando no paramos, ahora viene Paraná y después Junín. Mi hermano y mi viejo cada uno en lo suyo, yo un poco ayudando en lo que puedo y tratando de cerrar el presupuesto. Si bien hoy se nos ha achicado un poco en costo, todavía no llegamos a cubrirlo. Estamos hablando con empresas nuevas para que estén presentes en el auto.
La idea es seguir con este grupo el resto del año. Mi hermano Mariano, mi papá Roberto, mi mamá Nilda, David Ciarrochi y Braian Gutiérrez, todos ellos se conocen de los años de mi hermano en el TC Pista. También ya estamos pensando en lo que viene para el 2015 que habrá varios cambios en el TC con autos y motores nuevos”.
Lo que se viene:
Paraná y Junín
Roberto fue más allá y se animó a ilusionarse con las próximas dos competencia. Primero en el autódromo Cuidad de Paraná y luego en el “Eusebio Marcilla” de Junín.
“Ahora tenemos todo desarmada, caja, diferencial, portamaza, frenos, cremallera, todo. Se hace un repaso general y se vuelve a armar. No hay mucho tiempo para trabajar, nos queda pocos días para ir a Paraná y después corremos acá en el patio de casa. Pienso que tiene que funcionar bien y en Junín también, tenemos que estar ahí”.
Otro auto
En el final, Roberto no descartó la posibilidad de armar otro auto si la cuestión funciona como corresponde.
“Si esto va a todo bien, vamos a ver con el tiempo si podemos hacer un auto nuevo para Gabriel y Mariano seguirá con este. Hoy por hoy Mariano se bajó de su auto para darle lugar al hermano, en un gesto de primera línea, que no cualquiera hace esas cosas, pero son hermanos y son muy unidos, que es lo principal”.
Agradecimientos
En un pasaje de la entrevista, mediante rondas de mates, Gabriel agradeció a “mi papá y a mi hermano por la posibilidad que me dieron, después a los amigos, a los Sponsor que no son muchos pero hicieron un gran esfuerzo para estar presentes y permitirme hoy estar en pista y también todos los juninenses que tanto les gusta el Turismo Carretera”.
Mariano, un apasionado de la mecánica
“Estoy muy contento con esto, empecé a correr de chico en Karting y en la Fórmula Renault, pero estaba a la par de mi viejo cuando hacía los trabajos. Soy un apasionado de la mecánica y de los autos de carrera. Por eso cuando terminé la Escuela, decidí estudiar ingeniería mecánica y tuve la suerte de terminar y de seguir investigando.
Estoy a full todo el día, pensando en que detalle mejorar del auto, por eso es una función que me encanta, por ahí llegó antes de lo previsto.
Haciendo las cosas bien uno, junto con el empeño que le pone mi papá y la capacidad obviamente que tiene Gabriel, creo que vamos hacer un gran equipo todo el año y la próxima temporada creo que será un momento lindo y tendremos un gran equipo juninense de Turismo Carretera”.
Nilda, la primera colaboradora
Nilda, la mamá de Gabriel y Mariano, es la primera colaboradora y deja todo en cada compentencia. Así lo reflejó su marido Roberto quien detalló que “estamos trabajando todos. Acá jefe de equipo no hay, somos toda una familia. Si hay que tomar una decisión la tomamos entre los tres. Además de nosotros tres también nos dan una mano Braian y David. También mi señora Nilda ella es la colaboradora número uno, es la que organiza todo. El otro día cuando paraba el auto nos daba una mano muy buena. Cuando Gabriel iba a boxes en los entrenamientos lavaba el parabrisas, le echaba agua, empuja el auto. Es completa, aunque está acostumbrada a la par mía, de la época que andábamos de novio y yo ya andaba con la moto de carrera, así que está acostumbrada”.