Lunes 20 de May de 2013
El imputado fue acusado por la fiscalía de haber matado de manera intencional a quien era su novia en el hecho ocurrido el 8 de septiembre de 2011. Se espera una jornada intensa por la gran cantidad de testigos citados a prestar declaración.
A partir de las 10 de hoy se pondrá en marcha el juicio oral y público contra Héctor Reyep, imputado de haber asesinado de un balazo a la joven Bárbara Zárate, quien era su novia, el 8 de septiembre de 2011.
En principio, el proceso se desarrollará en una sola jornada, aunque la gran cantidad de testigos que fueron citados a declarar -alrededor de veinticinco- y otras diligencias de carácter probatorio para determinar la manera en que ocurrieron los hechos en la vivienda de Moreno 340, escenario del fatal episodio, hace prever que puede existir un segundo día de debate.
Reyep, de 38 años y ampliamente conocido en la ciudad con el apodo de “Peliculón”, deberá comparecer ante el Tribunal Oral en lo Criminal Nº1, integrado por los jueces Miguel Angel Vilaseca, Karina Piegari y Esteban Melilli. El sujeto está acusado de matar de manera intencional a la chica de 22 años oriunda de Vedia, con quien había mantenido una fuerte discusión minutos antes de que Zárate cayera desplomada tras recibir un disparo de arma de fuego.
Ferrnando Topa, el abogado que patrocina a los familiares de la víctima intentará demostrar que Reyep tenía intención de ultimar a su pareja y pediría que se le aplique una condena cercana a lo máximo que estipula la ley para este tipo de casos, que son 25 años.
Del otro lado, el letrado que defiende al inculpado, Eduardo Aguilar, sostiene que no existen elementos que demuestren premeditación por parte de su cliente, por lo cual espera que los magistrados lo sentencien a pasar entre rejas entre uno y cinco años, lo establecido para castigar a un autor de homicidio culposo.
Topa aseguró que el móvil de homicidio fue que “Bárbara había intentado convencer al acusado de que terminara de comercializar droga y, como no pudo lograrlo, intentó finalizar la relación”.
Sin embargo, el defensor de Reyep aseguró que fue un “homicidio culposo” ya que se trató de un “accidente”.
“La víctima estaba manipulando un arma, él se la quitó y creyó que ya había sacado todas las balas del cargador cuando se le escapó el disparo”, dijo Aguilar.
En cambio, la fiscal Carniel dio por acreditado en la etapa de instrucción que el acusado mató a la joven tras una discusión ocurrida en el interior del inmueble que compartían en Junín.
Además, según Topa, en la escena del crimen hubo dos personas más presentes y, en ese sentido, una vecina de la víctima que declaró como testigo afirmó que las vio salir del inmueble luego de escuchar la discusión entre la pareja y el posterior balazo.
“Reyep declaró antes que se hicieran los peritajes, que luego coincidieron con su testimonio respecto de que fue un accidente”, aseguró el abogado defensor, quien agregó: “No tuvo la intención de matar a la persona que amaba”.
El hecho que se ventilará en el juicio ocurrió el 8 de septiembre de 2011, alrededor de las 6.30, en el interior del departamento interno, ubicado en la calle Mariano Moreno 340 de Junín, donde la víctima y el acusado, apodado también “Loco”, convivían desde hacía tres meses.
Allí, se originó una discusión de pareja que terminó cuando Bárbara, quien era oriunda de la localidad de Vedia, recibió un disparo en la cabeza efectuado con un revólver calibre .22.
La vecina que escuchó la discusión y la posterior detonación observó a Reyep escapar a bordo de su auto Renault Megane gris.
Ante esa situación, la mujer llamó al 911, por lo que el personal de la comisaría 1ra. de Junín llegó a la escena del crimen y constató que la joven se encontraba muerta.
Los pesquisas secuestraron en la vivienda varios proyectiles calibre 22 pero nunca encontraron el arma homicida, por lo que creen que el imputado pudo haberla descartado en la huida.
En base a los primeros elementos reunidos en la causa, efectivos de la Departamental de Investigaciones (DDI) de Junín detuvieron al acusado la misma tarde del crimen, en una casaquinta ubicada en las afueras de la ciudad.
La investigación por el crimen de Bárbara derivó en otra causa por “comercialización de estupefacientes agravada por la intervención de tres o más personas organizadas para cometerla” y en la que el imputado fue procesado y enviado a juicio oral.
Al momento de ser asesinada, Bárbara estudiaba para maestra jardinera, vendía productos de cosméticos y tenía cuatro hermanas más, una de ellas gemela.
