Miércoles 29 de Julio de 2015
La familia volvió a pedir el cambio de carátula. La búsqueda con el georradar y la recompensa no aportaron datos a la investigación. ¿Todo quedó en la nada?
El 28 de julio de 2014 Dante Pablo Codutti radicaba la denuncia, en la Policía Comunal de General Villegas, por la desaparición física de Roberto Sorondo, un comerciante de 59 años de edad. A partir de ese momento comenzó una verdadera pesadilla para la familia, más específicamente para sus dos hijos, quienes comenzaron una intensa búsqueda que, lamentablemente, no arrojó resultados positivos.
Ha pasado un año desde aquel triste momento y la desaparición física de Sorondo sigue siendo un dolor para los villeguenses y una espina clavada para la Justicia y la democracia.
Pasaron muchas cosas para que, paradójicamente, todo quedara igual. Desde un principio la causa fue caratulada como "Averiguación de Paradero" y así permanece hasta el momento, a pesar de todos los avances y descubrimientos que fueron aumentando las fojas de la investigación que lleva a cabo el fiscal Omar Flores, de Trenque Lauquen.
Tras la desaparición, la ciudad se convulsionó con el arribo de la Policía Científica de Pehuajó; la División de Canes de Hurlingham; la Dirección de Caballería de Avellaneda; la Infantería; la Dirección de Explosivos de Junín y Pehuajó; la Dirección de Bomberos de Pehuajó; la DDI de Trenque Lauquen y Pehuajó; el grupo GAD de Trenque Lauquen (un grupo de choque del estilo del Grupo Halcón de la Policía Bonaerense), entre otros.
Todos los días se realizaba un operativo de rastrillaje y búsqueda intensiva por parte de los efectivos policiales.
Además, los medios regionales y capitalinos comenzaron a interesarse por el caso y así General Villegas volvía a ser tristemente célebre. De todas formas la cobertura de los medios capitalinos fue sucinta, puesto que una vez que la causa se estancó y no hubo mayores avances en la investigación la desaparición de Sorondo dejó de aparecer en los titulares.
Si bien los peritajes realizados arrojaron algo de luz a la causa, sus resultados no fueron para nada concluyentes.
El 2015 empezó con dos novedades esperanzadoras para la causa y el tan ansiado cambio de carátula (el título de "Averiguación de paradero" limita la investigación, por eso desde el seno familiar reclaman el cambio a "Desaparición forzada de persona"): la recompensa de entre 20 y 150 mil pesos para quien pueda aportar datos acerca de Sorondo, y el rastrillaje de la quinta de Walter Bianchi implementando el georradar.
Lamentablemente ni la recompensa ni la búsqueda con el georradar realizado por la Gendarmería Nacional arrojaron datos o pistas acerca del paradero del comerciante desaparecido. Diario Actualidad dialogó con Matías Sorondo, hijo de Roberto, quien informó que antes de la feria judicial viajó a Trenque Lauque para reunirse con el fiscal: "Volví a realizar el pedido de cambio de carátula.
El georradar no arrojó nada positivo.
La recompensa tampoco. Desde fiscalía me dijeron que ahora sí se habían agotado todas las medidas. Al no tener noticias del paradero de mi papá es evidente que esto dejó de ser una "Averiguación de paradero".
Me aseguraron que lo próximo que van a hacer es revisar los resultados de todas las pericias, para corroborar que no hayan pasado nada por alto. La causa no varió mucho, de hecho ni siquiera tiene un cuerpo más. Espero que esta vez sí hagan el cambio de carátula.
Eso va a permitir que la investigación adquiera otro vigor y se puedan efectuar otras pericias". La pregunta "¿Dónde está Roberto Sorondo?" continúa teniendo plena vigencia.
La foto del comerciante desaparecido quedó pegada en las puertas de muchos negocios villeguenses y ya nos hemos acostumbrado tanto que ni siquiera la vemos. Pero detrás de esa foto sigue habiendo una familia que sufre e hijos que recientemente tuvieron que pasar el cumpleaños de su padre sin él.