Viernes 20 de Noviembre de 2015
Se registró en un comercio ubicado en la esquina de las calles Boquerón y Saavedra. “Fue raro, porque constantemente me pedía perdón” dijo María Mancuso, quien estaba al frente del local cuando se perpetró el atraco.
Un nuevo robo se registró el miércoles pasado, cerca de las 18, en un local ubicado en la esquina de las calles Boquerón y Saavedra, cuando una persona ingresó portando una cuchilla y tras amenazar a la mujer que estaba al frente del comercio se apoderó de unos 1.500 pesos, pero el robo tiene algunos hechos que lo hacen distinto a otros, como por ejemplo el ladrón en reiteradas oportunidades le pidió perdón y al momento de irse con la suma robada, le dejó 200 pesos a la dueña del comercio.
LA RAZON mantuvo una entrevista con María Mancuso, propietaria del comercio "La Granja de Mari”, quien señaló que "cerca de las 18 del miércoles estaba atendiendo a una clienta e ingresó un muchacho de aproximadamente 20 años, bien vestido, nunca supuse que me iba a robar. Terminé a atender a la señora y cuando se va él me pidió dos bolsas de girasoles. Cuando giro para agarrarlas dio la vuelta del mostrador y me puso una cuchilla en el estómago”.
"Me pedía plata y perdón por el robo. Me decía que no tenía plata para darle de comer a sus hijos. Le pedí que no se lleve el dinero porque lo necesitaba para pagar, le ofrecí mercadería, pero se guardó la plata en el bolsillo y después sacó nuevamente la plata y me dejó 200 pesos, tal vez porque estaba arrepentido. Fue un caso raro, porque el que roba entra y se lleva todo, sin devolver nada”.
"Afuera lo estaba esperando otro chico en una moto, que no alcancé a verle la cara, pero el que entró al local lo hizo a cara descubierta” dijo y agregó que "le ofrecí comida, pero me dijo que plata lo que necesitaba. Es raro que un ladrón devuelva el dinero que minutos antes robó”.
Mancuso sostuvo que "esta persona debe haber estado cerca de siete minutos y no paraba de pedirme disculpas, hasta me agarró del hombro para disculparse. Siempre estoy con mi marido en el negocio, pero coincidió en el momento que se había ido a bañar”.
Por último, la comerciante recordó que hace cinco años que tiene el comercio en la esquina de las calle Boquerón y Saavedra y es la primera vez que sufre un robo. "Hace 22 años que vivo en el barrio y jamás ocurrió un hecho de inseguridad de estas características, porque es extraño que una persona robe, pida disculpas y termine devolviendo 200 pesos. Me dio lástima la actitud de él”.