Martes 25 de Junio de 2013
En los últimos días la jueza en lo Correccional de Olavarría condenó a un recluso de 27 años a la pena de tres meses de prisión por haberse escapado de una de las sedes carcelarias de la localidad de Sierra Chica.
En los últimos días la jueza en lo Correccional de Olavarría condenó a un recluso de 27 años a la pena de tres meses de prisión por haberse escapado de una de las sedes carcelarias de la localidad de Sierra Chica. El proceso tuvo la particularidad de realizarse con la modalidad de "juicio directísimo", a partir de que el acusado asumió la autoría del hecho. La situación podría repetirse en torno al recluso con el que logró escaparse en agosto del año pasado. Por otra parte, permanece la búsqueda de los dos internos que lograron escaparse el pasado sábado.
De acuerdo a lo confiado al diario EL POPULAR, la titular del Juzgado en lo Correccional Nº 1 Olavarría, la juez Cecilia Desiata, condenó a Anselmo Nievas Barrios a la pena de tres meses de prisión por haberse evadido de la Unidad Penal Nº 38 de Sierra Chica el pasado 14 de agosto.
Según la crónica de aquellos días, el interno logró escapar junto con su compañero de celda, Diego Franzón Monzón, sobre quien pesaría una acusación de homicidio, que habría sido cometido en el Conurbano bonaerense. Anselmo Nievas, por su parte, en ese entonces se encontraba con prisión preventiva pero desarrollando a la par las últimas audiencias del proceso judicial que se le seguía en su contra por un violento asalto a una familia en la ciudad de Bolívar.
Ambos se encontraban compartiendo la celda número 5 del Pabellón 13, aquel que ocupan presos en tránsito o con problemas de convivencia. La situación fue descubierta a la mañana siguiente por los guardiacárceles, quienes descubrieron en el calabozo un barrote de la ventana aserrado, la malla metálica vencida y en el piso un cuchillo tipo Tramontina.
Una vez que los dos reclusos se encontraron en el exterior, el escape presentó pocos inconvenientes ya que la Unidad 38 es de régimen semi abierto, por lo que las medidas de seguridad son menos rígidas que en la de régimen cerrado. Entonces sólo debieron atravesar tres alambrados olímpicos, algo en lo que también se habrían visto favorecidos por la oscuridad, ya que todo se habría dado en la madrugada
Sin embargo, el escape sólo duró un par de horas. Alrededor de las 6,30 se descubrió que habían escapado pero poco después de las 7 los propios agentes penitenciarios y efectivos de la comisaría Segunda lograron interceptarlos en la Terminal de Ómnibus de Olavarría.
Nievas Barrios, quien purga una condena a siete años de prisión por el delito de robo calificado por causar lesiones graves a la vecina bolivarense Martina Poggio, seguiría alojado en la localidad de Sierra Chica, mientras que Franzón Monzón fue remitido a otra sede carcelaria dependiente del Servicio Penitenciario Bonaerense, lo cual le habría impedido afrontar el mismo proceso que su ex compañero de celda. No obstante, podría concretarse en el corto plazo.
El juicio contra Nievas Barrios tuvo la particularidad de desarrollarse de forma directísima, tal cual lo dispone el artículo Nº 403 bis de la Ley 11.922 del Código Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires, que fuera ingresado por la ley 13183.
El mismo indica que se llevará adelante un proceso bajo esta modalidad en "los casos en que se hubieren iniciado las actuaciones por flagrancia y el imputado hubiese admitido su responsabilidad en el acto de su declaración, sin haber alegado circunstancias que le significasen la posibilidad de no aplicación de pena. (…) En dicha audiencia, las partes acordarán continuar el proceso mediante las reglas del juicio abreviado o fijar los puntos litigiosos del caso para solicitar prueba limitada a estos en el debate, aplicándose a ese respecto las reglas del juicio ordinario. En este último supuesto, el proceso deberá llevarse ante el Tribunal Oral Criminal o el Juez Correccional correspondiente".
En esa línea, tras haberlo acordado con su defensor, Nievas Barrios admitió la autoría del hecho que se le imputaba por lo que las evidencias y testimoniales ingresaron por su lectura, dándole lugar a los alegatos de cada una de las partes. La acusatoria fue llevada adelante por el fiscal Martín Pizzolo, responsable de la UFI Nº 5.
