Lunes 15 de Febrero de 2016
El robo ocurrió ayer en una finca situada en el Camino al Balneario y la calle Los Algarrobos. El propietario, Gabriel Albornoz, no estaba al momento del atraco. Sustrajeron una mesa con diez sillas, un televisor, una desmalezadora y herramientas de mucho valor.
Como viene alertando Democracia en sucesivas ediciones, la ola de escruches no da tregua en Junín. En efecto, a la seguidilla de ilícitos en viviendas ocurridos en los últimos días se sumó ayer otro robo en una casa quinta, situada en el Camino al Balneario y Los Algarrobos.
Los delincuentes, según pudo reconstruir este diario en diálogo con los investigadores, rompieron un alambrado perimetral y luego voltearon a golpes la puerta de ingreso a la finca, propiedad del profesor del Centro de Formación Profesional 401 Gabriel Albornoz, que constató el hecho al regresar a su casa.
Los malvivientes, que actuaron con total impunidad, se llevaron una mesa de algarrobo con diez sillas, un televisor, una desmalezadora y herramientas de mucho valor que el docente utilizaba para sus trabajos con los alumnos.
Pero el robo no terminó allí: los cacos se tomaron el tiempo para vaciar una pileta de lona tipo Pelopincho y llevársela.
“¡Cómo puede ser! ¡Hay policías por todos lados y acá no anda ninguno!”, tronó la víctima, muy indignado.
En el lugar trabajó personal de la Comisaría Primera y de la Policía Científica.
Tendencia delictiva en auge
Como informó ayer Democracia, la activación de la alarma antirrobo y el rápido accionar de los efectivos policiales permitió atrapar este viernes “con las manos en la masa” a dos menores que habían cometido un robo en una casa quinta situada en el camino al Balneario, en la zona de las calles Los Teros y Quebracho, en Junín.
En efecto, tras violentar una puerta, los marginales ingresaron al quincho (la parte delantera de la finca está en construcción) y sustrajeron herramientas y otros objetos de valor), pero sonó la alarma y eso los puso en fuga, pero el audaz operativo policial logró detenerlos y aprehenderlos a pocos metros de allí, con los elementos robados en su poder.
También el jueves último ocurrió un robo de este tipo en la casa quinta del abogado y presidente del club Rivadavia de Junín, Fernando Burgos. Los delincuentes aprovecharon que los propietarios habían salido (aparentemente habrían hecho un monitoreo de los movimientos de la familia) para ingresar a la propiedad, situada en la zona de la Ruta Provincial 65, entre el motel y el barrio cerrado Costa Verde.
Y una vez en el interior de la casa, que no tenía sistema de alarma porque la familia se había mudado apenas unos días atrás, dieron vuelta todo y se llevaron varios televisores LCD y electrodomésticos, además de unos 15 mil pesos en efectivo.
En diálogo con Democracia, Burgos se mostró molesto con el hecho: “En dos años que estuvo la casa en construcción nunca nos faltó nada y ahora que recién nos habíamos mudado, nos robaron”.
En el lugar trabajaron efectivos del CPC y de la Policía Científica, que levantó rastros en el lugar.
También esta semana ladrones ingresaron a una casa quinta situada en el camino al Balneario, en la intersección con la calle Los Laureles, en Junín, y una vez en el interior de la finca, propiedad del doctor Javier Tomino, se apoderaron de un televisor LCD y otros objetos de menor valor.
Y el martes último, hampones cometieron un nuevo escruche en una propiedad situada en Sarmiento 878, en pleno barrio Belgrano de Junín.
Fuentes policiales informaron a Democracia que los malvivientes ingresaron a la finca tras forzar la ventana de uno de los dormitorios. Y una vez en el interior del inmueble, se apoderaron de un televisor LCD de 24 pulgadas y una tablet de diez pulgadas.
El robo fue constatado por los dueños de la casa, que al regresar encontraron todo revuelto y el faltante de los artefactos electrónicos.
En tanto, el domingo pasado una familia que se había ausentado de su hogar se encontró en el regreso con el peor escenario: la puerta de la vivienda, ubicada en Ameghino al 220, había sido forzada –con rotura de vidrio incluida- y en el interior del inmueble se evidenciaba que había existido movimiento de ladrones.
Todas las presunciones quedaron confirmadas segundos después, cuando los moradores descubrieron que les habían robado una suma cercana a los 35.000 pesos, una PlayStation y otros objetos de importante valor.