Martes 23 de Julio de 2013
La víctima, un joven de 22 años, identificado como Elías González, recibió un balazo en su cuerpo y al cierre de esta edición estaba en observación, internado en el Hospital Interzonal. El agresor permanece prófugo.
La violencia no da tregua en Junín.
En efecto, ayer, pasadas las 18, en la zona de las calles Rivadavia y la Ruta Nacional Nº 188, en el barrio Ramón Carrillo de nuestra ciudad, un joven identificado como Elías González, de 22 años, fue víctima de una feroz balacera (unos ocho disparos en total), y recibió un impacto de arma de fuego en su cuerpo, informaron a este diario fuentes policiales.
Aparentemente, según relató anoche a Democracia Roberto González, padre del joven herido de bala, el hecho se habría desatado luego de que su familia radicara una denuncia en sede policial y en la fiscalía contra el presunto agresor por ostentación de arma de fuego. “Vivía tirando tiros”, afirmó González, que vive a escasos metros del atacante.
“La denuncia la hicimos hace aproximadamente dos meses”, indicó González a este diario. “Pensábamos que era algo anónimo”, acotó, molesto y dolido por la dramática situación que le tocó vivir. “Las autoridades nos dijeron que no pueden actuar antes de que el hecho ocurra, pero si sabíamos que iba a ser así, no denunciábamos nada”.
“Me mandaste la gorra”
González contó que su hijo estaba ayer con unos amigos, cuando Distéfano “apareció y le dijo ‘me mandaste la gorra’”.
Enseguida el agresor le dio un golpe de puño en el rostro y lo tiró al piso, pero el joven agredido se levantó y comenzó un intercambio de golpes, momento en el cual Distéfano habría sacado el arma de fuego, con el cual le habría ejecutado ocho disparos, uno de ellos impactó en el glúteo derecho de Elías González.
Sergio Terrón, a cargo de la Unidad Fiscal de Instrucción y Juicio Nº 5 (Ufij), caratuló el hecho como “tentativa de homicidio” e intervino en el caso el doctor Andrés Rosa, titular de la Dirección de Atención a la Víctima del gobierno local de Junín.
Al cierre de esta edición, el agresor permanecía prófugo, aunque era intensamente buscado por los uniformados a cargo del comisario Alejandro Aguilera, jefe de la seccional de Barrio Belgrano.
En tanto, González permanecía internado en observación en el Hospital y su pronóstico era reservado.
