Viernes 20 de Diciembre de 2013
Las extorsiones telefónicas, denominadas en la jerga policial “secuestros virtuales”, pusieron en vilo a varios ciudadanos juninenses en las últimas semanas.
Estas maniobras, consistentes en llamar a una persona para pedirle el rescate de un familiar al que supuestamente se tiene como rehén y así despojar a quien atiende de una importante suma de dinero, tuvieron mucho más que una víctima en esta ciudad.
Si bien la estafa no llegó a concretarse, los casos fueron denunciados y ahora son investigados por la Dirección Departamental de Investigaciones de Junín.
Fuentes policiales le confiaron a Democracia que las averiguaciones comenzaron a profundizarse en el segundo semestre de este año, a raíz de una de ola de casos similares que se extendió por varias ciudades de la región, como Vedia, General Arenales, Chacabuco y, entre medio, Junín.
Según el rastreo efectuado hasta ahora, la gran mayoría de esas comunicaciones intimidatorias provendrían de la provincia de Córdoba.
En nuestro medio, la alarma se profundizó a principios de esta semana, al registrarse tres intentos de secuestro virtual en pocas horas. Lo extraño es que todos se concentraron en un sector específico de la ciudad, puesto que los domicilios afectados fueron Pedro Aparicio al 500, Chacabuco al 100 e Intendente Solanas al 200.
A todo eso hay que sumarle que, hace poco más de un mes, un vecino de nuestra ciudad, identificado como Juan Pablo Croscetti y con domicilio en la calle Cabrera al 100, fue otra de las víctimas de este tipo de operatoria delictiva, que no llegó a ejecutarse.
Aparentemente, una empleada doméstica del hombre recibió una llamada desde un teléfono fijo, donde se le decía que su patrón había sido secuestrado.
Inmediatamente la mujer llamó a la Policía y a partir de allí los efectivos se abocaron a la búsqueda del hombre, que manejaba un automóvil Mercedes Benz de color bordó.
En un eficaz operativo, los agentes lograron comunicarse con la presunta víctima, que les dijo que había salido a pie y que no había sido víctima de ningún secuestro, clarificando así el hecho, que generó mucha conmoción en el barrio y en la familia del damnificado.
Según pudo recabar este diario de fuentes policiales, los delincuentes no llegaron a pedirle a la mujer una suma de dinero precisa, ya que la maniobra fue rápidamente desmantelada.
Consejos
-No brindar ningún dato o información a la persona que lo está llamando, de ningún tema y menos sobre familiares que estuvieran ausentes en ese momento. Pedir un teléfono de contacto de la presunta empresa desde la cual le están llamando para poder chequear la información.
-Estar atento ya que, generalmente, estas personas se hacen pasar por policías, inspectores municipales o médicos.
-Si el llamado procede desde un teléfono público ubicado en la cárcel, esta circunstancia le será informada por un mensaje automático previo. Rechazar la comunicación si no tiene personas conocidas alojadas en establecimientos penitenciarios.
-No llenar cupones con datos telefónicos a desconocidos: ya sea en comercios, cines, boliches o en la calle.
-No agendar en los celulares números con la palabra “mami” o “papi”. Ponga nombres y evitará problemas en caso de que extravíe o le roben el celular.
Si recibe un llamado extorsivo:
-Cortar la llamada: hay que tener presente que en caso de accidentes, la Policía informa personalmente.
-Mantener la calma y comunicarse rápidamente al 101 (emergencia policial) dando cuenta de los pormenores del hecho. Personal policial le puede ofrecer asesoramiento y contención adecuada.
-Contactarse con el familiar que no está en la casa y que supuestamente está “secuestrado”.
