Viernes 25 de Abril de 2014
El 2013 terminó con una fuerte división dentro de la Unión Cívica Radical (UCR) de Lincoln, y el 2014 comenzó igual o peor.
Pareciera que no sirvió de mucho aquel buen resultado electoral de las legislativas, que le dio la victoria al candidato Salvador Serenal y que permitió, entre otras cosas, la renovación en la banca del concejal Diego Ramos. Y no sirvió de mucho, ya que Ramos decidió crear su propio bloque, el cual, se supone, tiene el apoyo incondicional del Comité que preside Alfredo Cuello.
Serenal y Ramos parecieran ser los nombres que más representan las diferencias. Uno tiene el apoyo de la gente y el otro el del Comité. Y, aunque saben que la unión hace la fuerza, los entendimientos no llegan, las diferencias crecen y el tiempo pasa.
Ahora, el radicalismo de Lincoln se pelea por un sello, el de la nueva conformación política que se anunció el martes bajo el nombre de Frente Amplio UNEN. Y la pelea no es menor, porque a los dos les conviene estar dentro de un espacio nacional que pretende ser la opción más fuerte, de cara al 2015, frente al Kirchnerismo.
Por un lado, Serenal ya podría contar con el apoyo del GEN y de la Coalición Cívica; por el otro, Ramos tiene el respaldo de los históricos del Comité y nada más.
Pero el martes que viene, a las 20 horas, esos históricos jugarán una nueva carta, ya que, a través de un comunicado de prensa, convocaron a los afiliados radicales a participar de una asamblea general “para tratar los alcances que deberá perseguir la consolidación del Frente Amplio UNEN en el distrito de Lincoln”.
De esta manera, el objetivo de las dos facciones es uno, es el mismo. Los dos quieren formar parte del UNEN, pero por separado. Los dos van en busca de un sello que les daría mayor legitimidad y más chances electorales. El nuevo trofeo ya está en juego, los competidores también están. Es la etapa de armar estrategias que sumen y no que resten, aunque se sabe que, en política, dos más dos no siempre es cuatro.
