Martes 11 de Octubre de 2016
El tema ya cuenta con un antecedente judicial.
Los problemas de funcionamiento en la planta depuradora de agua de Junín amenazan con reabrir viejas heridas en la relación entre esta ciudad y Chacabuco.
El motivo central es la presunta contaminación que está sufriendo el río Salado, a la altura de territorio chacabuquense, como consecuencia de la inactividad de la estación juninense que se encarga de limpiar el agua de los desechos cloacales.
El tema ya cuenta con un antecedente judicial, puesto que en 2011, la Justicia se expidió a favor de Junín en una denuncia por contaminación efectuada desde la vecina localidad.
Ahora, la representante de la Autoridad del Agua bonaerense en Chacabuco, Mercedes Lacentra, afirmó que ese organismo estatal se encuentra trabajando en el tema de Junín-Chacabuco y que ya se iniciaron las investigaciones para determinar si realmente existe contaminación de la planta depuradora.
En el año 2011 hubo un fallo de la Justicia de la provincia de Buenos Aires que absolvía a Junín de toda responsabilidad ante una denuncia de contaminación al distrito de Chacabuco, por ende, se determinó que Junín no estaba contaminando. “Ya contamos con un precedente”, dijo la funcionaria.
“En su momento se trató el tema y se dijo que Junín no estaba contaminando; no significa que ahora no, pero hay antecedentes. Lo que se hace cuando alguien genera la duda, el municipio pide una información a la Autoridad del Agua para realizar la investigación”, contó Lacentra.
De esta manera, la representante de la ADA en Chacabuco confirmó que el organismo está trabajando en el tema y contó que la respuesta a la investigación no tendrá plazo. “La Autoridad del Agua podrá (en caso de tener que hacerlo) determinar si otros organismos, como el OPDS, deben intervenir”, sostuvo, quien agregó que existe un trabajo en conjunto entre ambas entidades públicas.
Pidieron la toma de muestras
El municipio de Chacabuco elevó un pedido a la Autoridad del Agua de la Provincia de Buenos Aires para que tome muestras del agua del Río Salado y la Laguna de Rocha, para determinar si está contaminada. Así lo expresó el subsecretario de Gobierno, Mario Dicundo, en declaraciones al diario chacabuquense Cuatro Palabras.
Desde el gobierno que conduce el intendente Víctor Aiola sospechan que la inoperatividad de la Planta Depuradora Cloacal de Junín podría haber contaminado ambos cauces, a la altura de la localidad chacabuquense.
Por su parte, el secretario de Producción, Empleo y Desarrollo Sustentable, Ariel Di Piero; el secretario de Evaluación y Gestión, Maximiliano Felice; y el concejal por el frente Cambiemos, Lisandro Herrera, recorrieron el área del terraplén de la Laguna de Rocha, junto al equipo de logística de la Dirección de Hidráulica de la Provincia para trabajar en el cierre de las brechas y en la contención del agua.
Según comentó Di Piero al matutino local, integrantes de Hidráulica de la Provincia presentarán un informe de análisis para evaluar alternativas. “El tema de la Laguna de Rocha, es un tema del Estado municipal y trasciende todos los gobiernos”, agregó, a su turno, el edil oficialista Herrera.
Frittayón: “Hace mucho que no funciona la planta”
Por su parte, el secretario de Obras Públicas de Junín, Diego Frittayón, sostuvo que la red cloacal de la ciudad está en muy mal estado por años de falta de mantenimiento e hizo foco en la planta depuradora de líquidos cloacales sobre la que explicó que “hace mucho que no funciona”. Además, denunció que durante la gestión de Mario Meoni “los residuos cloacales se estaban arrojando en crudo al río Salado, ocasionando un riesgo ambiental incalculable”.
“Todo el tema sanitario de Junín es complejo, estamos preocupados, motivo por el cual viajamos con frecuencia a la DIPAC, que es la Dirección de Infraestructura de Agua y Cloaca de la provincia”, relató Frittayón en una entrevista radial.
“Las redes de Junín están al borde del colapso, tienen instalaciones con materiales de larga data, con lo cual se producen pérdidas importantes. Tenemos una planta de líquidos en calle Borchex con bombas viejas y que a veces dejan de funcionar; eso hace que los líquidos, que son residuos cloacales, puedan retroceder e ingresar por las viviendas o bien se hace un by pass y se arrojan en calle Posadas como ya ha sucedido”, afirmó.
Asimismo, insistió en que “la planta depuradora hace mucho tiempo, varios años, que no funciona y se estaban arrojando en crudo al río Salado, lo que representa un daño ambiental muy grande. Lo mismo pasaba en Bragado y otros lugares”.
En esa línea, Frittayón manifestó que “para la provincia es muy importante dar vuelta esta historia porque a la altura del tiempo en el que vivimos no es entendible que no se tenga en muchas ciudades el servicio básico de agua y cloacas”.
“En el caso particular de Junín, cuando llevamos el informe a la Dirección de Infraestructura Básica, ellos se imaginaron algo que cuando vinieron a constatar no lo podían creer. Venían con un presupuesto para reparar a principio de año, eso se detuvo, tuvieron que mandar a los técnicos y hacer un estudio para limpiar la planta depuradora y ver si sirve para reparar o hay que hacer una nueva y para hacer la limpieza hay que invertir más de siete millones de pesos”, dijo molesto el funcionario municipal.
“Corremos el riesgo de limpiarla, gastar ese dinero y tener que hacer una nueva, que es mucho dinero. Lamento la desidia con la que se han tratado las cosas que no se ven porque son daños irrecuperables”, afirmó.
“Ahora hay concejales preocupados y son los mismos que estaban con el gobierno anterior y dejaron llegar la planta hasta acá, porque un arreglo parcial no sirve de nada”, concluyó.