Sábado 7 de Abril de 2018
NUEVO RECLAMO PASAJEROS DEL PULLMAN
Juninense contó la odisea al viajar en un colectivo
Los pasajeros vieron como se le salían dos ruedas al colectivo de la empresa Pullman General Belgrano, en pleno movimiento, y poco después, el chofer pudo dominar la unidad para ubicarse en la banquina. Una verdadera pesadilla que pudo terminar en tragedia.
El jueves pasado, Noelia Rodríguez, una estudiante juninense que cursa la Licenciatura en Genética en la UNNOBA vivió junto a los pasajeros que subieron al colectivo de la empresa Pullman General Belgrano en la Terminal de Pergamino, una experiencia que podría haberse transformado en tragedia.
“De golpe empezamos a sentir un ruido y no entendíamos qué estaba pasando. El micro empezó a irse para un costado y parecía que volcábamos. Un hombre empezó a decirme “mirá la rueda…mirá la rueda” y cuando me asomé por la ventanilla no lo podía creer. Mientras tanto, el chofer pudo controlarlo y lo llevó a la banquina. Cuando bajamos vimos que habían sido dos las ruedas que se habían salido. Una había rodado hasta parar en el medio de un campo y la otra estaba en la banquina contraria.
Realmente podría haber sido un desastre si el colectivo volcaba o una de las ruedas embestía a otro vehículo”.
El paso siguiente fue el de la espera ya que tal como les explicaron los choferes a los pasajeros, había que esperar a que llegara otra unidad para poder seguir viaje. Así quedaron “varados al costado de la Ruta 188”.
“Por suerte todo salió bien – añade Noelia-, y cada uno pudo llegar a su destino, pero fue una situación horrible en la que todas las vidas que íbamos arriba de ese micro corríamos peligro”.
Una vez en “Junín fui directo a la ventanilla. Estaba la mujer que vende los pasajes, que es una empleada más al igual que los choferes, y le conté lo que había sucedido. Ella no estaba ni enterada así que no pudo decirme nada. Sólo me respondió que yo tenía razón en todo. Lo que pasa es que le dije que la empresa está esperando que muera alguien para hacer algo”.
La única sugerencia que “me hizo fue que pasara después a firmar el libro de quejas”.
Noelia no se quedó de brazos cruzados, “mandé un mail a defensa del consumidor e hice una denuncia en la CNRT a través de la página de Internet. Me dieron un número de reclamo para que le haga el seguimiento y supuestamente en 48 horas tengo que tener una respuesta”. No se detuvo allí ya que además hice la denuncia por correo electrónico a atención al ciudadano”.
A pesar de lo sucedido, la estudiante de la UNNOBA entiende “que los vehículos se puedan romper y que hay cosas que no se pueden predecir. Pero que se salgan dos ruedas de un colectivo no es algo que sea muy normal” y también destaca que “la mayoría de las veces están sucios, cuando no te llevas alguna sorpresa como me sucedió el jueves a la mañana que me encontré con cucarachas cuando hacía el viaje de Junín a Pergamino”.
En definitiva, “pagamos por un servicio. Viajamos pero no sabemos si volvemos. Y lo malo es que no hay otra alternativa”.
Además de haber dialogado con La Verdad, la estudiante universitaria escribió una carta que publicó en las redes, en la que reflexiona, “Ahora me pregunto yo, hasta cuándo Pullman? Hasta cuándo vas a ser tan inconscientes de mandar esos colectivos a la ruta? Hasta cuándo vamos a tener que aguantar que todas las semanas suceda algo diferente? Hasta que se pierda una vida? Varias? No entiendo. Qué están esperando para dar una solución? Pagamos por un servicio y ustedes nos faltan el respeto”.
“Viajamos a estudiar, otros a trabajar, al médico, o a lo que sea, vamos pero no sabemos si volvemos,y no por el simple riesgo que ya implica circular en una ruta, sino por el riesgo que se triplica al subir a cada uno de sus colectivos”.
Para terminar pidiendo “por favor, alguien tiene que hacer algo, alguien tiene que escuchar, alguien tiene que accionar, no podemos dejar que esta empresa siga brindando este precario servicio”.
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