Jueves 20 de Octubre de 2016
Fue en la inauguración de la Iglesia de la Ciudad de los pastores Guillermo y Mónica Fanucce.
La ciudad de O´Brien, más precisamente, las instalaciones del Club Villa Tranquila, fueron el escenario de una linda reunión de fe, en la inauguración de lo que será la Iglesia de la Ciudad, de los pastores Guillermo y Mónica Fanucce, oriundos ambos de la ciudad de Chacabuco, con una iglesia en la mencionada ciudad y en Bragado.
Para el evento, se contó con la presencia del conocido pastor Héctor Aníbal Giménez, quien llegó a O’Brien a ministrar una reunión de fe. Es la primera vez que llega a esta ciudad un pastor de renombre y conocido en muchos países del mundo.
Previo a la reunión, dialogamos con el pastor Giménez, quien muy amablemente, aceptó nuestra entrevista y expresó, entre otros conceptos, que ante tantos problemas que vive la gente en la Argentina, “es el momento de ayudarlos, de ayudarlos a recuperar la fe, que tengan esperanza; esperanza significa creer en un mañana mejor. Muy adentro, todos tenemos dado por Dios algo de esperanza y, cuando a uno se lo motiva y se hacen cosas, esas esperanzas van creciendo”.
Indicó que conoce 55 países del mundo, “tengo invitaciones de todas partes, pero yo amo a la Argentina, amo a mi país, amo a la provincia de Buenos Aires, donde nací, y quiero que mis hechos hablen más fuerte que mis palabras; quiero demostrarle a O´Brien que si dedico tiempo en venir a este lugar, cuánto más Dios, que nos ama a todos, nos dará una oportunidad, a los argentinos, de evitar viejos errores y dar una vuelta de página a nuestro país y sacar el mejor potencial”.
ESTÁ DIFÍCIL LA SITUACIÓN
El pastor Giménez dijo que la situación está muy difícil, “está brava la cosa, yo recorro todo el país y llego a los lugares adonde los políticos solamente se llegan en épocas de elecciones, y se cómo está el país, pero tengo esperanzas, soy una persona de lucha, de sueños, de formar equipos; soy de los que creen que no puedo solo y con otros lo voy a lograr y, si apostamos a la unidad, a trabajar en equipo, creo que Dios nos ayudará a salir adelante”.
LOS COMEDORES ESCOLARES
Habló del rol de la iglesia en situaciones de pobreza y dijo: “nosotros tenemos 10 comedores para gente carenciada, tenemos bolsa de trabajo, contamos con una cooperativa que se llama ‘Todo es Posible y Más’ y nos ayudamos mutuamente. Creo que necesitamos el trabajo comunitario, no sólo palabras, necesitamos hechos y que nuestros hechos hablen más fuerte que nuestras palabras”.
Habló de la corrupción, de las adicciones a las drogas, dijo que en lo personal fue adicto a las drogas, “mi madre lloraba lágrimas de sangre por mí, mi padre sentía vergüenza y por cuenta propia decidí luchar por cambiar cuando vi amigos míos que se drogaban conmigo que habían salido y habían vuelto a los estudios, a trabajar, yo pensé que yo también podía hacerlo y lo logré. Por eso con mi propio testimonio, puedo decir que se puede”.