Miércoles 12 de Marzo de 2014
Gustavo Bosisio, propietario de un autoservicio en calle 18 y 34, recibió un llamado telefónico advirtiéndole que habían secuestrado a su madre.
Siguió las indicaciones de los delincuentes y concurrió al Correo a realizar el depósito de dinero. Se equivocó en un número de la cuenta de un banco de Córdoba que le habían dictado y, tras ese intento fallido de pago, le informaron que todo se trataba de un secuestro virtual. Para esto, la Policía había actuado con celeridad desplegando efectivos en la ciudad y en las rutas.