Martes 18 de Febrero de 2014

Carnaval de sobreprecios en Lincoln

  • La Tecla

El Consejo Escolar del distrito vive momentos convulsionados. En el ejercicio 2013, desde el organismo educativo abonaron $ 25 pesos por el kilogramo de pan, cuando en otros centros comerciales se vendía a $ 16. La empresa de panificados del intendente Jorge Fernández, los nexos con Ana Ayala y la triangulación de las licitaciones

Jorge Fernández

Intendente de Lincoln.

La ciudad conocida, entre otras cosas, por sus populares carnavales, está atravesando momentos convulsionados por supuestos sobreprecios en el Consejo Escolar. Como siempre sucede con el cambio de autoridades, comienzan a aparecer irregularidades y manejos suspicaces con las cajas.

Hasta diciembre de 2013, las oficinas escolares eran manejadas por el oficialismo que responde al intendente Jorge Fernández, sin embargo, todo cambió y ahora pasó a manos del bloque de la Unión Cívica Radical. Mientras se ponían al día sobre la situación económica, las compras de alimentos y la infraestructura de los establecimientos, funcionarios de la UCR encontraron “detalles” llamativos sobre algunas acciones realizadas por la gestión anterior.

En la documentación analizada, encontraron una serie de sobreprecios en la compra de pan, facturas e infraestructura. El caso emblemático se dio en la adquisición de productos panificados, en la cual existieron varios puntos oscuros: en primer lugar, abonaron el kilogramo de pan a $ 25, cuando éste se encontraba en los establecimientos comerciales a $ 16, y además, la beneficiada de las operaciones directas es Ana Ayala, dueña de la panadería y muy cercana al alcalde de Lincoln (sería ex cuñada de Fernández).

A estas desprolijidades se suma una prueba contundente: el alcalde es dueño de Panadear SA, una empresa destinada a la venta comercial de pan, facturas y masas finas. 

¿Cuál es el modus operandi? El mismo Jefe comunal se lo explicó a Desafío Económico: “Panadear nunca le vendió al Consejo Escolar, jamás, era una persona que le compraba el producto a Panadear y se lo vendía al Consejo, todo esto después de haber ganado una licitación pública como correspondía. Es como que vos tengas un negocio chiquito, ganás una licitación y me comprás el pan a mí y se lo vendés al Consejo”. 

Esa persona que le compraba el pan al Intendente no era otra más que Ana Ayala. La operación era una triangulación entre Ayala, la compañía Panadear (del alcalde) y el Consejo Escolar, que hasta diciembre de 2013 era manejado por el oficialismo. 

En relación al precio del pan, Jorge Fernández afirmó a Desafío que “el precio del pan en el mostrador está entre 16 y 17 pesos”. La pregunta que decanta es ¿por qué valiendo entre $ 16 y $ 17 desde el organismo educativo de Lincoln abonaron algunos meses $ 19,85 y otros $ 25?

Desde el Consejo Escolar compraban 80 kilos de pan semanalmente, por lo que tenían un gasto de $ 108.000 anuales. Aunque si el costo del producto hubiese sido abonado a $ 16, el desembolso sería menor: $ 68.440 por año. En este caso, la sobrefacturación fue de $ 39.560.

Sin embargo, el intendente Fernández expresó enfáticamente a Desafío que “no hay una sola factura emitida desde Panadear al Consejo Escolar, la empresa jamás fue proveedora del municipio”.

En diálogo con Desafío, el concejal de la UCR, Salvador Serenal, argumentó que “Ana Ayala es la que en los papeles figura como la supuesta titular. Sería una especie de testaferro, es más, eso está comprobado en el expediente de enriquecimiento ilícito que inició el doctor Solanas”. 

En la misma línea, el edil añadió que “la relación con el Intendente es totalmente comercial, eso es de público conocimiento. El mismo oficialismo ha reconocido todo”.

El importe en las facturas también levantó polvareda. Desde el organismo educativo remuneraron durante 2013 por cada docena $ 42, cuando en la mayoría de las panaderías locales se encontraban entre $ 20 y $ 24.

Luego de los detalles brindados por concejales de la UCR, los funcionarios del alcalde Fernández que estaban al frente del organismo educativo brindaron una conferencia de prensa que posteriormente subieron a la red social Facebook. En ésta realizan el descargo ante los ataques de las nuevas autoridades que responden al radicalismo.

En el video que subieron a la red, los representantes de la gestión anterior remarcaron: “Nosotros presentamos los pliegos en todos lados, en todas las panaderías. Muchas no se presentaban y en algunos casos las que se presentaban, ponían precios bajos, ganaban la licitación, pero luego de tres meses dejaban de proveer el pan debido a que no podían sostener la situación” y agregaron: “Vos podés ofrecer pan barato, pero después tenés que mantener la prestación”.

Las obras y conservación de los establecimientos no fue la excepción según el concejal Salvador Serenal, quien vaticinó que “en trabajos de infraestructura, como pintura, mantenimiento y plomería, hemos visto que hay puntos oscuros y sobreprecios. Muchas veces la sobrefacturación supera el 100 o el 200 por ciento” y agregó que “nosotros hace un mes estamos en el Consejo Escolar y nos encontramos con un problema muy grande en infraestructura, no hay matafuegos; ponían que hacían 30 cargas y sólo realizaban 15, es una barbaridad”, deslizó el edil radical. 

Por otro lado, apuntaron a la oposición sobre la supuesta falta de información en su gestión: “Si dicen que las licitaciones no eran transparentes es porque no leen los diarios”.

La relación de Fernández con el pan

El intendente de Lincoln, Jorge Fernández, es un entendido en la materia. Existe un dato que despierta grandes suspicacias en torno de las compras directas. El comercio del cual el Consejo Escolar del distrito adquiere el pan, pertenece a Ana Ayala, una mujer con vínculos marcados con el Jefe comunal. Sin embargo, a esta situación, al menos dudosa, se le suma una empresa perteneciente al alcalde.

Panadear SA es una administración encabezada por Walter Daniel Fernández, nacido el 4 de junio de 1961, y Jorge Abel Fernández, conformada el 16 de noviembre de 2007. La firma tiene por objeto realizar actividades comerciales como la explotación del negocio de panadería, casa de lunch, servicio de té, café, leche, postres, helados, sándwiches. 

La compañía comenzó con un capital inicial de $ 12.000 y su directorio estaba conformado por Walter Daniel Fernández, como presidente, mientras que Jorge Abel Fernández se desempeña como director suplente.

Es llamativo que “con el pan en el centro de la tormenta”, el Intendente cuente con una empresa vinculada a la panificación. Debido a la escasez de información brindada por el Municipio de Lincoln y a la poca cobertura en su página web, Desafío Económico no pudo constatar la existencia de alguna licitación entre la comuna y la empresa Panadear SA.

Pérdida de una caja importante

La nueva conformación del Consejo Escolar representó para el jefe comunal Fernández un duro revés, debido a la pérdida del manejo de una caja trascendente. En relación a esto, el edil Salvador Serenal sintetizó a Desafío que “el Intendente está muy molesto porque dejó de manejar la caja del Consejo Escolar y ahora no puede lucrar más con los alimentos para los chicos”.

El establecimiento educativo, luego de diciembre, quedó presidido por Ana Argüello (UCR) y Francisco Chiariglioni como tesorero (UCR) en lugar de Fernando Pagliaro (FpV); dos lugares claves que atesoraba el oficialismo de Fernández.

Resulta paradójico que con las nuevas autoridades en plenas funciones, para los meses de enero, febrero y marzo de 2014, se haya firmado una licitación con una empresa proveedora que determinó el precio del pan en $ 16. Mientras que en 2013 el pan lo pagaron entre $ 19,85 y $ 25, un año más tarde y con todo el arrastre de la inflación que rondó en los 30 puntos porcentuales, quedan en evidencia los sobreprecios y las licitaciones dirigidas a la empresa de Jorge Fernández y Walter Daniel Fernández, que utilizan la figura de Ana Ayala para desviar el foco de atención. 

“Es un debate estéril. Lo peor que podés hacer es venderle al Estado, uno a veces lo hace para que no falte una torta negra en ningún lugar y mi recompensa es la denuncia de los tipos que no sirven más que para otra cosa que denunciar”, esbozó a Desafío el jefe comunal de la ciudad de Lincoln, Jorge Fernández. Y agregó: “Yo te hago una pregunta: si los pibes no tienen quién los provea de pan, de tortas negras, de facturas, de carnes y verduras, ¿a quién se las comprás, si nadie te quiere vender? Nadie le quiere vender al Estado y menos si te paga con bonos, en 18 cuotas y encima te sacó el 5 por ciento”. 

En contra de toda lógica, lo cierto es que durante los primeros tres meses de 2014, el pan lo abonarán más barato que durante todo 2013.

La administración Panadear SA, con el cambio de funcionarios, dejará de monopolizar la proveeduría en productos panificados y con eso, el alcalde de Lincoln dejará el manejo de una caja importante. La triangulación entre Ana Ayala, Panadear y el Consejo Escolar de Lincoln dejará de funcionar al menos hasta que haya un nuevo recambio en las oficinas educativas. Los sobreprecios vuelven a sobrevolar en el distrito de los carnavales.

¿Procedimiento sistemático?

En julio de 2008, a través de una solicitud de auditoría presentada por Aníbal Galinelli ante el auditor General de la dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, quedó en evidencia un modus operandi similar al de 2013. La receta: Ana Ayala como proveedora y sobreprecios en los valores de panificados. 

En el informe, Galinelli solicitaba la “intervención de esa auditoría a efectos de que investigue la política de compras del Consejo Escolar de Lincoln en lo que refiere a panificados con destino al Servicio Alimentario Escolar, en tanto podrían estarse produciendo irregularidades que afectarían los intereses del erario público provincial y de la población menos favorecida, como es la de usuarios de comedores escolares del distrito”.

En ese momento, el organismo escolar abonaba $ 5,50 por el kilo de pan, en tanto que por la docena de facturas desembolsaba $ 10,20. Sin embargo, los precios distaban en cualquier otro punto de compra, tal es así que en los distintos comercios el precio del pan estaba a $ 3,70, en tanto que las 12 unidades de facturas, costaban entre $ 5 y 5,50.

La panadería a la que el Consejo Escolar le compraba de “forma directa” (sólo se presentaba un oferente) no era otra más que la del intendente Jorge Fernández bajo una encargada de fantasía, que era Ana Ayala, quien manejaba junto al Jefe comunal la compañía Panadear SA. 

Las irregularidades son graves y el modo de manejar los precios en el establecimiento educativo parece ser sistemático. 

Otra empresa del intendente de Lincoln

Al igual que Panadear SA, El Apeadero Linqueño SA, fue creada el 7 de marzo de 2008, con un capital inicial de 12.000 pesos. El directorio está conformado por Walter Sergio Fernández como presidente de la compañía, mientras que el intendente Jorge Abel Fernández se desempeña como director suplente. 

El objetivo de la firma que se encuentra ubicada en la calle Viamonte 478, del partido de Lincoln, está orientado a actividades agropecuarias y ganaderas, entre ellas, la explotación de la ganadería y la agricultura en todas sus formas, la cría, reproducción, compra y venta de hacienda vacuna, lanar, yegüeriza, porcina y animales de granja. 

Además está habilitada para la explotación de establecimientos agropecuarios, tambos y cabañas, forestación, pasturas, cultivos, mejoramiento de suelos, recuperación de tierras áridas, así como también al transporte de carga de todo tipo de granos. Por otro lado, la sociedad también tiene permiso de administrar consorcios, urbanización, clubes de campo, barrios privados y centros comerciales, entre otras actividades. 

Panadear y el Apeadero Linqueño son las empresas que el Intendente junto a Walter Sergio Fernández fundaron en 2008.

El descargo de Jorge Fernández

El intendente de Lincoln dejó en claro que estas denuncias son viejas disputas entre su gestión y la Unión Cívica Radical. Tildó a los ediles de no tener criterio y de ser denunciantes masivos. 

“El tema del pan a 25 pesos es el viejo cuento de los tipos que no tienen un dedo de criterio para hacer absolutamente nada. Fijate el precio de lo que han pagado otros Consejos Escolares y después comparalo con el de Lincoln”, formuló Fernández.

En la misma sintonía, el alcalde enunció que “esto es una vieja discusión que lleva más de diez años, no pienses que arrancó ayer. Vos tenés que investigar qué están pagando ahora, cómo y de qué manera. Pero no solamente en el pan, en todos los productos, porque parece que los chicos únicamente comen pan. El servicio alimentario escolar es mucho más amplio, comen carne, frutas, verduras”. 

Los desencuentros entre el Intendente y los distintos funcionarios de la Unión Cívica Radical viene desde hace varios años. Incluso, entre 2005 y 2008, el Concejo Deliberante había denunciado situaciones similares en el Consejo Escolar de Lincoln, en donde el común denominador también eran supuestos sobreprecios. 

Por último, el Jefe comunal dijo a Desafío Económico que “el radicalismo vive pura y exclusivamente denunciando, que se dediquen a trabajar”.

Triangulaciones

Desde el Consejo Escolar del distrito contrataban a Ana Ayala para proveer de productos panificados. 
Ana Ayala es una mujer cercana al Intendente (sería la ex cuñada). Le compraba el pan a la panadería de Jorge Fernández. 
La empresa del Jefe comunal se llama Panadear SA, a través de ella le vendía el pan a Ana Ayala, quien era la adjudicataria de las licitaciones. Así llevaban a cabo la triangulación. El mismo Intendente lo ratificó a Desafío Económico.


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