Sábado 16 de Julio de 2016
Durante una jornada a cargo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable nacional, analizaron la situación y plantearon la necesidad de generar una red de alerta. Advierten que no son mascotas y que transmiten enfermedades.
25 de Mayo se ha convertido en uno de los focos de población creciente de ardillas de vientre rojo, que ya pueden considerarse una plaga que genera inconvenientes e importantes pérdidas en la producción agropecuaria.
El tema es relevante, porque de no tomarse medidas el número de animales crecerá y avanzarán incluso a la ciudad, porque no están lejos, pues hay decenas en la Estación Forestal INTA y en estancias de la zona de Blas Durañona. Atendiendo la problemática, hubo una ilustrativa jornada en la Cooperativa Eléctrica Zona Sur, donde la licenciada Inés Kasulín, del ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable nacional, presentó el proyecto "Fortalecimiento de la Gobernanza para la protección de la Biodiversidad mediante la formulación e implementación de la Estrategia Nacional sobre Especies Exóticas Invasoras (ENEEI)".
Dijo que se trabaja evaluando la percepción de la comunidad sobre la presencia de ardillas introducidas y otras especies exóticas invasoras, diseñando e implementando una estrategia de comunicación sobre la tenencia responsable de mascotas, el tráfico de fauna y los impactos de especies exóticas invasoras. También planteó los mecanismos para implementar acciones de manejo de los focos de invasión de ardillas y desarrollar instrumentos legales acordes, y en ese sentido Kasulín señaló la importancia de generar una ordenanza para el combate.
Prevenir y combatir
Luego, la doctora María Laura Guichón brindó una charla sobre la situación ardilla de vientre rojo y propuestas de líneas de trabajo, haciendo hincapié en la situación de 25 de Mayo y Daireaux.
Las invasiones biológicas, apuntó, constituyen una de las principales amenazas para la biodiversidad y numerosos sistemas productivos. "El problema de las invasiones biológicas es conocido hace tiempo pero en la última década cobró relevancia a raíz de numerosos estudios que muestran la complejidad del proceso de invasión y la necesidad de una aproximación interdisciplinaria para generar planes de manejo".
Esos programas de manejo requieren de "información biológica y ecológica de la especie y su ambiente que permitan elegir técnicas apropiadas y efectivas, además de la decisión y compromiso de organismos de gestión, financiación a largo plazo, legislación adecuada y apoyo de la opinión pública, lo que es particularmente importante cuando se trabaja con especies carismáticas porque despiertan reacciones emocionales en la comunidad, como ocurre con las ardillas".
Contó que la ardilla de vientre rojo, Callosciurus erythraeus, es nativa del Sudeste asiático, fue introducida hace 30 años en el país y se convirtió en una "plaga".
Por eso recomendó, tal lo charló luego con productores, dirigentes de instituciones como la Sociedad Rural de 25 de Mayo y la Cooperativa Eléctrica, armar una red de alerta temprana y avanzar con actividades de comunicación y de concientización para que la gente no las use como mascotas y no privilegie su reproducción.
Guichón remarcó que las ardillas de vientre rojo generan problemas para los sistemas naturales y productivos. "Se alimentan de frutos, semillas, pero también consumen brotes y flores. Además, sacan la corteza para construir el interior de sus nidos y eso seca las ramas y el árbol y promueve la infección con hongos, lo que trae pérdidas económicas para muchos productores".
En 25 de Mayo, detalló, han "atacado" cultivos, pero también líneas de cable de diversos servicios, y sentenció que no son mascotas, e incluso son potenciales transmisores de enfermedades, como por ejemplo la leptospirosis.
Tras la jornada, que comenzó a las 10 se extendió durante 6 horas, los asistentes acordaron mantenerse en contacto, iniciar la conformación de una red de alerta, plantear la realización de una ordenanza y acciones como se realizan en la lucha contra las cotorras en 25 de Mayo.