Martes 18 de Febrero de 2014
Con su labor constante, dirigida a los notarios y la comunidad de toda la provincia de Buenos Aires, la institución conmemora su aniversario. En la actualidad, mantiene una permanente colaboración con el Estado y desarrolla una intensa actividad de carácter social y cultura.
Frente del Colegio de Escribanos.
Desde sus primeros tiempos, el Colegio trabaja por la jerarquización de la profesión, dedicando esfuerzos a la capacitación profesional de sus colegiados con el objetivo de brindar un servicio de excelencia a la comunidad vinculada, como custodios de la seguridad jurídica.
“El notario es hacedor de la seguridad jurídica preventiva, en la medida en la que no sólo la asegura sino que la construye, la realiza y la perpetua”, expresa el escribano Jorge A. Mateo, Presidente del Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires. Y continúa contando que su función hoy excede a la de ser un mero documentador: “Su principal cometido es precaver, prevenir el litigio, actuar en forma imparcial entre las partes, mediando permanentemente en la regulación de sus intereses, y dando forma adecuada al interactuar de las respectivas autonomías de voluntad”, concluye el escribano Mateo.
Historia
El 19 de noviembre de 1882, se funda la Ciudad de La Plata como Capital de la Provincia y el 14 de abril de 1884, se instalan las autoridades gubernamentales y los primeros escribanos. El escribano Arturo Mom, fundador y primer Presidente, da vida institucional al Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires el 18 de febrero de 1889.
Con la sanción en 1943 de la ley 5015 (la primera ley orgánica notarial argentina), la entidad obtiene personería jurídica. La norma también permitió crear la Caja de Previsión Social para Escribanos y el primer y único fuero notarial (órganos de control disciplinario) compuesto por el Juzgado y Tribunal Notarial.
Quince años más tarde, se renueva otra vez la norma orgánica, con la Ley Nº 8585, que fuera promulgada el 19 de diciembre de 1975. No obstante, el golpe militar del 24 de marzo de 1976, primeramente suspendió la entrada en vigencia del nuevo proyecto y luego, lo derogó.
Una larga historia de compromiso con la comunidad y de colaboración con el Estado se traduce hoy en las tareas derivadas de la Ley Convenio, por la cual el Colegio colabora en la administración de organismos relacionados, en la asunción de nuevas incumbencias, como las vinculadas con el novedoso derecho de autoprotección, y en las inversiones en tecnología y edilicias que realiza para el mejor cumplimiento de sus objetivos, como la reciente construcción de la nueva sede del Archivo de Actuaciones Notariales. Esta es otra de las responsabilidades que confió el Estado a una Institución que mantiene una mirada en el futuro sin descuidar la rica historia que la llevó a este presente.