Viernes 4 de Julio de 2014
Luego de los estudios realizados a un niño de 1 año y 8 meses, se confirmó el rotavirus.
Se trata de Mateo, quien comenzó con un cuadro de vómitos y diarrea. Natalia, su mamá, dialogó con La Gaceta del Oeste y explicó que “Con Mateo fui a la guardia del Hospital varias veces y me volvía a mi casa. Mateo estaba con vómitos, fiebre, con dolores en el estómago y muy pálido. Se retorcía del dolor de panza y me dijeron que podían ser gases pero ni lo revisaron ni lo tocaron. Escribieron en un papel, pero no me decían nada. Fuimos muchas veces. Ni el Doctor que tenía de cabecera me daba respuestas y perdí la confianza y busqué otro médico porque los días pasaban y yo lo veía mal”.
Natalia cuenta que su bebé estaba muy decaído y consulta al Dr. Galante. “Cuando le expliqué lo que venía pasando, el doctor me mandó a hacerle estudios y con urgencia pidió el rotavirus. “Mateo perdió mucho peso, estaba deshidratado porque se le notaba la piel muy seca, como escamada. Estaba como deprimido, no se le notaba las diferencia del color de los labios y dentro de los ojitos, se pone muy blanco y la caca es amarilla y con olor fuerte. Yo cuando fui al hospital pedía que lo internaran porque veía cómo estaba y siempre me dijeron que no. Galante me dijo que fue importante que le haya dado mucha agua y teta. No se le dio medicamentos, solo dieta blanda.
Mateo hoy está bien, más animado y esa calma que siente Natalia como mamá al ver a su hijito recuperándose, la llevó a difundir lo que había pasado con un objetivo “Yo quise decir que mi hijo tiene rotavirus para que las mismas mamás sepan y que exijan que se le hagan estudios a sus bebés. Veo muchas madres que vuelven a sus casas sin saber qué tienen los hijos. Que estén alertas y que pidan, tienen obligación de atenderlos y de decir qué tienen”.
Natalia, muestra el resultado positivo del Rotavirus, “Que no las manden de vuelta sin respuestas. Piensan que no tienen nada, nos mandan de vuelta a casa sin saber qué tienen y qué hacer y así pasan los días y eso no es bueno. Siempre dicen que hay que actuar a tiempo, pero vas y ni lo revisan o no les mandan estudios, no les cuesta nada hacerles estudios”. Sonríe cuando lo ve caminar por todos lados y jugar, porque la pasaron mal . Una vez que se supo qué era lo que tenía Mateo, se puede sentir un poco más de tranquilidad y eso explica Natalia.
