Lunes 14 de Diciembre de 2015
Pablo Torrontegui, 30 años de edad, es una de las caras visibles de Bolívar Lácteos, empresa radicada en el Parque Industrial. El joven empresario cuenta que “somos un grupo familiar, el dueño de la fábrica es un hombre grande y su idea era que la fábrica siguiera trabajando, entonces nos metimos a ponerla en marcha y a hacerla funcionar”.
Torrontegui contó que “esta fábrica de quesos estuvo parada como dos años, se habían caído las habilitaciones y hubo que ponerla de vuelta en funcionamiento. Nosotros arrancamos en febrero de este año con la fabricación de variedades de quesos duros y semi duros, entre ellos sardo, gouda, cremoso, barra y muzzarella”.
El joven empresario agregó que “nuestros productos se venden poco en Bolívar porque nos resulta difícil la logística, son muchos lugares a los que tenés que ir, son pocos los lugares en los que van a encontrar nuestros quesos. Sí vendemos bien en Mar del Plata, Bahía Blanca y Rosario. Vamos directamente a los mayoristas, ellos nos ahorran el tema de la logística”.
Sobre el éxito de la empresa y el nivel de ventas, Torrontegui dijo que “en este época del año se mueve mucho. Tenemos pensado para el año que viene tomar cuatro tambos grandes más y hacer un corredor con toda una ruta para el lado de la costa para llegar a Olavarría, González Chávez, La Madrid, Mar del Plata, Necochea, Bahía Blanca, Tandil, Balcarce; y después hacer para el lado de Rosarío vía 9 de Julio, Junín y así hasta Rosario”.
El hombre de Bolívar Lácteos reconoció que en total en la empresa “trabajamos siete personas y nos proveemos de todos tambos de Bolívar. Los tambos son muy especiales, les cuesta creer en las fábricas chicas, a misma condición comercial, de pago y precio con una fábrica grande, no te entregan la leche, siempre tenés que estar mejorando la forma de pago o el precio, y así y todo cuesta”.
Torrontegui añadió que la producción varía por temporada, “no tenemos un balance hecho, vamos creciendo, hacemos una determinada cantidad de quesos por variedad por semana, y la idea es ir aumentando el número, con lo que estamos haciendo ahora es lo mínimo que podemos trabajar, la fábrica tendría que trabajar las 24 horas del día y nosotros lo hacemos 6 horas”.
El empresario dijo que “no hay tanto problema en la instalación de la marca en los lugares a donde vamos, uno entra por precio y por producto, no por marca, no competís con las grandes nunca; pero sí hay un segmento en el que competís por precio y calidad del producto”.
Sobre el cierre de fábricas que hubo en los últimos años, Torrontegui reflexionó: “Cerramos más de 600 y en realidad no es que por ello se nos haya ampliado el mercado, porque las grandes empresas al no poder exportar la leche en polvo meten mercadería al consumo interno, meten 5 ó 6 marcas que no las conoce nadie, que son de las marcas grandes para entrar, y a las fábricas chiquitas les cuesta meter sus productos”.
La proyección a futuro ya la están elaborando: “Pensamos crear dos marcas para poder vender en cuatro ciudades distintas, porque hay lugares donde entramos con una marca o con otra, generalmente no podés entrar siempre con la misma marca. Hoy tenemos dos marcas y vamos a sumar dos más. Lo que varía es el precio, porque van a mercados diferentes”.
Pablo tiene como idea fija “crecer”; pero reconoce que para ello hay que conseguir más leche “porque nos cuesta horrores agarrar más tambos en el contexto de hoy en día, con mucha incertidumbre sobre si los precios suben o bajan, porque hoy el precio de la leche está re pisado; pero de a poco se crece. Como estamos trabajando tenemos que seguir para poder crecer, tenemos que seguir buscando tambos nuevos para que la fábrica crezca y poder tomar más gente también, todo va de la mano”.
Y para contactos detalló que “estamos en el Parque Industrial, en la manzana 5. Nos pueden ubicar en el correo electrónico [email protected] ó al (02314) 426833”.
